Miguel Ángel Malo, cuentos entre las páginas del periódico

Uno imagina a los economistas y más si vienen de trabajar en Boston o en Ginebra, como unos señores muy poco empáticos que no saben más que hablar de recortes y de cambios en el modelo productivo? sin embargo Miguel Ángel Malo, profesor de economía, habitante del mundo académico con todas sus exigencias, es un hombre profundamente atento al devenir humano, tanto que a la pregunta de Enrique Clavero, alma de Manolita Café Bar de quienes son sus autores de cuentos favoritos, responde primero que Ignacio Aldecoa por la compasión que muestra hacia sus personajes. Adolescente escritor de relatos tempranamente premiados y publicados, la vida le llevó por los derroteros de la Universidad y el trabajo en el extranjero donde aquellos relatos fueron quedando como ecos en una actividad frenética que ahora, en este punto de su tarea docente en la Universidad de Salamanca, han vuelto a ver la luz y a acumularse. Quizás parte de la culpa la tenga el volumen estupendamente publicado por la editorial Narazí Los trigos tan azules, así como su labor, mes tras mes, de cuentista entregado a las páginas en papel de Salamancartv al día.

Magnífico lector de sus propios textos, investigador del género y sobre todo, escritor de una enorme seriedad a la hora de enfrentar la página en blanco. Miguel Ángel Malo hizo una lectura entregada y cercana a la vez en una tarde de lunes donde defendió el género ya que Contar cuentos y escucharlos es consustancial a los humanos que los oíamos alrededor del fuego. Un género al que se ha entregado y ahora entrega convencido de que la literatura es un acto de comunicación que precisa no sólo lo que se cuenta, sino el hecho de transmitir una emoción.

Esa emoción que queda tras la lectura de los cuentos de Miguel Ángel Malo, esa sugerencia. Concebido como una unidad donde las piezas recorren las edades del hombre, el libro de nuestro autor combina lo poético con lo sórdido sin desprenderse de una realidad que Malo observa con ojos de quien comprende y se coloca en el lugar del otro. Ese otro que después lee el relato no solo en el libro, sino en el periódico diario, porque a la manera de los periódicos del siglo XIX, Salamancartv al día se atreve a publicar poemas ?la columna de Antonio Colinas es un poema semanal, un regalo privilegiado- y cuentos, y tiene en Miguel Ángel Malo un colaborador constante y seguido.

Deudor de Chejov, a quien recuerda publicando sus cuentos en periódicos, Miguel Ángel Malo no solo agradece la valentía de Salamancartv al día al acercarse al relato corto, también agradece el hecho de que mes tras mes, le obligue a escribir un nuevo cuento. Por ello, el encuentro termina, tras leer el primero de los relatos que se publicaron en las páginas del diario en papel, con la lectura de dos inéditos del autor quien, conocedor del cuento clásico, del lírico, del microrrelato y de las novedades del postcuento que defiende su admirado Eloy Tizón, es capaz de tomarse en broma a sí mismo. El humor, la parodia y el talento de Malo se despliegan para terminar con la lectura de uno de los relatos más ingeniosos que este público callado y expectante haya oído: porque burlándose de la autoficción, Malo perpetra una historia verdadera; "Los vicios nunca vienen solos", que es falsa de puro cierta. Su talento de lector, su cercanía sin embargo rigurosa, hacen del encuentro con este profesor una experiencia llena de serenidad y de pura literatura. La de un relator entregado a su escritura con toda la sabiduría, la técnica y la emoción de lo que debe ser un buen relato según Cristina Fernández Cubas: aquel que suspende el tiempo a tu alrededor.

Y podemos afirmar que esta tarde de temperatura amable, el tiempo se detuvo entre las paredes de letra, verso y teatro de Manolita Café Bar para recordarnos que el cuento existe, que se entrega como regalo entre las páginas de los trabajos y los días, y que, lo bueno, si breve, dos veces Malo, digo, bueno.

Charo Alonso.

Fotografías: Carmen Borrego.