Solemnidad y polémica en la procesión de la Santa Cruz en El Bodón
EL BODÓN | Una gran mayoría de feligreses no estaba de acuerdo con el recorrido y destino del Cristo, llegando a increpar al párroco por la decisión de bendecir los campos con la imagen dentro de la Ermita
La jornada final de las fiestas de la Santa Cruz que se han desarrollado desde el domingo en El Bodón comenzó en el mediodía del miércoles con una solemne eucaristía oficiada por el párroco Antonio Risueño, a la que asistieron numerosos fieles que quisieron participar en el acto más solemne de las fiestas.
Al terminar la misa, tuvo lugar la procesión por las calles del pueblo, en la que muchos de los fieles protestaban entre ellos y al propio sacerdote por el cambio de itinerario. Desde siempre, la procesión había dado la vuelta al pueblo para introducir la imagen de nuevo en la Iglesia y allí celebrar durante una semana la novena al Cristo.
Este año, el párroco decidió cambiar el itinerario y llevar al Cristo aprovechado la procesión hasta la Ermita situada a las afueras del pueblo donde normalmente está durante el resto del año. Este cambio provocó el enfado y malestar de algunos de los fieles, que protestaban en plena procesión por la decisión del párroco. A 'regañadientes', los feligreses acataron las órdenes de Antonio Risueño, que no quiso entrar en polémica con ningún acompañante.
Sin embargo, la historia llegó a más cuando en el momento de bendecir los campos -los bodoneses tienen por costumbre hacerlo con la imagen fuera de la Ermita- Antonio Risueño decidió que se introdujera primero la imagen y después se procediera a la bendición, instrucciones que hicieron que varios de los feligreses, ya muy enfadados, se enfrentasen verbalmente con el párroco, mostrando su desacuerdo con la forma de actuar rompedora de la tradición popular, según comentaban los feligreses.
Después de varios 'tiras y aflojas', Antonio Risueño bendijo los campos con la imagen dentro de la Ermita, ya que entendía que era más cómodo para todos al no tener que estar con la imagen cargada. Una buena parte de los feligreses decidieron seguir con el ritual, pero otra gran parte decidió abandonar antes de tiempo la procesión y la bendición de campos.
Tras la procesión, los bodoneses acudieron a un convite que tenían preparado desde el Ayuntamiento, concretamente en el propio salón de plenos, que sirvió como local para acoger a todo aquél que quiso participar. Allí, ya con un vino y un poco de jamón, el disgusto de alguno se fue pasando.
Una exhibición de cetrería, pondrá fin a las fiestas de la Santa Cruz del año 2017.