Participaron unos 150 senderistas para llegar al Molino de Lucas a orillas del rio Uces, paraje donde estaba prevista una paella y de la que hubieron de desistir
En torno a unos 150 senderistas se tomaron con excelente humor la mojadura sufrida en las inmediaciones del Molino de Lucas, a orillas del Uces, la séptima edición de la marcha senderista que cada año organiza el Ayuntamiento de esta localidad.
En esta ocasión el objetivo era alcanzar La Puente Palo, y se consiguió, pero al poco de comenzar a elaborar la paella, la lluvia arreció, lo que a pesar del contratiempo también se agradeció por esta alarmante primavera sin precipitaciones.
Esta circunstancia motivaría que pasadas las 14.30 horas se decidiera emprender camino hacia el pueblo para dar cuenta de la paella, unas carrilleras de segundo, café y chupito, lo que contribuyó a mejorar incluso el buen humor de los participantes.