Aquellos niños de 50 años

Como volver a pisar los terrenos de una infancia que no se olvida. O retomar ese tiempo que se lleva en las entrañas al alcanzar el medio siglo de vida. Como hacer parar en esta primavera el tren de la vida en las calles de Villoruela, donde 13 niños y niñas de la misma edad, sin perder la sonrisa, celebran su 50 cumpleaños, cinco largas décadas de existencia con un nexo en común, el origen, las raíces, el pueblo que les vio crecer. Un extraordinario grupo humano, integrado por aquellos que nacieron en 1967 y que alcanzaron su quinta 18 años después, en 1985.

Agustín, Azucena, Conchi, Chani, Fonsi, Inma, Isabel C, Juan Carlos, Julián, Loli, Miguel, Ramón e Isabel P., en representación de la veintena de quintos del 67, han disfrutado de lo lindo en esta desapacible jornada donde la lluvia no ha impedido el buen desarrollo del encuentro, siguiendo la estela de las quintas que les han precedido en estos últimos años.

Acción de gracias comunitaria

La celebración comenzó a primera hora de la tarde en el pabellón multiusos 'Bernardo Cuesta', donde el sacerdote Luis Martín participó del recuerdo, sumándose a esta acción de gracias comunitaria de un grupo que nació cuando llegó el bikini a España, moría asesinado el Che Guevara o veía la luz 'Cien años de Soledad' del Nobel García Márquez.

Una inolvidable jornada que se ha querido reforzar plantando un árbol (castaño de indias) o con el recuerdo al dominico Bernardo Cuesta, con el que estos jóvenes de medio siglo se abrieron a la vida en su adolescencia y juventud a la reflexión, a las dinámicas de grupo y a la sociedad.

Carreras de sacos, tirasoga, la comba y otros juegos populares y de habilidades introdujeron la cena de un grupo de buenos amigos, de aquellos niños de 50 años que llevan a Villoruela en el corazón.

!Un viva grande para los Quintos del 67 y mucha salud!

Reportaje gráfico: Víctor Sánchez / Redacción