CIUDAD RODRIGO | La isla acogió durante toda la tarde del lunes a numerosas familias y grupos de amigos para degustar el hornazo
Al igual que todos los salmantinos, los mirobrigenses disfrutaron en la jornada del lunes del clásico Lunes de Aguas, en el cual finalmente la lluvia no hizo acto de presencia en ningún momento pese a que las previsiones meteorológicas anunciaban que podía caer algo durante la tarde (como sí ocurrió por ejemplo en Salamanca capital).
Después de que el año pasado una lluvia bastante intensa impidiera disfrutar de la jornada al aire libre en Ciudad Rodrigo, este año el Lunes de Aguas también ha sido bastante atípico, ya que ha coincidido con un día festivo al trasladarse al lunes la festividad por el Día de Castilla y León. Eso dio más 'libertad' -al no haber horarios laborales y escolares- para empezar a salir al aire libre.
Como es tradición, el punto principal de concentración de mirobrigenses fue la isla de El Picón, que se llenó de familias y grupos de amigos para pasar una larga tarde en la que por supuesto los protagonistas fueron los hornazos, de los que se dio buena cuenta, aunque solo de un lado del río, ya que el agua todavía cubre los pontones, impidiendo el paso a diferencia de lo que ocurrió en el último Lunes de Aguas 'normal', hace dos años.
La citada isla registró una muy alta afluencia, aunque no se registró un 'llenazo', encontrándose por ejemplo huecos libres para aparcar en el segundo parking de La Pesquera. Aquellos que decidieron bajar andando desde el centro histórico, pudieron hacerlo por la Cuesta de las Emes, cuya renovación todavía no ha culminado, pero ya se puede recorrer con mucha más comodidad y seguridad.
La celebración del Lunes de Aguas hizo que se 'despoblase' el núcleo urbano de Ciudad Rodrigo aunque no se llegó a quedar tan desértico como en años anteriores, viéndose todavía un poco de movimiento por la Plaza Mayor, el Parque de La Glorieta o el barrio de San Cristóbal, donde se pudo ver las terrazas de La Glorieta, La Aldaba o el Camarosa llenas o prácticamente llenas por ejemplo en torno a las 20.00 horas.
Reportaje gráfico: Adrián Martín