Tapices de oro y esmeralda

El pasado sábado al llegar a Salamanca me resplandeció tal escenario que ahora comparto con vosotros. En esta época podemos observar muchos campos amarillos en flor que destacan frente a los demás cultivos. Se trata de la colza, una buena opción de cultivo propio de la geografía española que inunda los campos de salpicaduras amarillas. La posibilidad de respirar este aire fresco y fotografiar estos maravillosos paisajes es una de las cosas que más echo de menos en mi actual estancia, en Lisboa. Me alegra haber aprovechado mis vacaciones en el pueblo para así poder tener la oportunidad y el momento para fotografiarlo porque en poco tiempo todo cambiará, desaparecerá y mermará la fuerza de su color y yo no estaría hoy aquí con esta publicación. En primavera, esta planta transforma de manera impresionante el paisaje castellano en tapices de oro y esmeralda. Las flores son hermosas, un panorama único deleite de observar y todo un lujo para los sentidos. Merece la pena detenerse en el camino y contemplar el paisaje, ¿no creéis?

Visi Prieto