Marta Brufau, lo oculto y lo visible de la creatividad de una artista pictórica

Marta Brufau: Mi pintura es muy colorista, pero hace poco la hija de una amiga me trajo carbón de una mina de Asturias y me dijo "Para ti. Mi madre lo usa para pintar". Yo también empecé a usarla junto con ceniza de mi propia chimenea y arcilla y me di cuenta de que estos materiales tenían una poética especial.

No hay Sala en Salamanca más hermosa que la Salina. Sus paredes de piedra también son un lienzo entre los espacios blancos en los que se mecen los cuadros de Marta Brufau en un trémolo de grises y negros. Cuadros pintados sobre cuadros ya existentes que habitan el estudio de la artista salmantina y que configuran una muestra, Lo oculto y lo visible, que se asoma a la calle. No hay Sala como la Salina. No hay en los ojos y la sonrisa de Marta Brufau más que el colorido de la risa.

Charo Alonso: ¿Cómo se trabaja con arcilla, ceniza y carbón?

Marta Brufau: Hice primero una pasta con gesso y con estos elementos, y lo que se hace en último lugar, dar una imprimación al lienzo, lo hice al comienzo. Empecé a pintar tapando los cuadros originales con esa mezcla dejando que algo surgiera para mostrar lo oculto y lo visible, de ahí el título. Esta técnica me permitió cambiar el color por la textura.

Charo Alonso: Los colores siguen ahí en tus paisajes y en tus flores.

Marta Brufau: Sí, pero son una gama de grises, están todos en el límite. Yo he trabajado estos cuadros restando y sumando, añadiendo la ceniza y dejándola resbalar para hacer, por ejemplo, los tallos de las flores. En este caso el proceso es importante, estoy dejando ver el trabajo de hacer el cuadro, cada cuadro es un proceso diferente y lo muestro así.

Entre las telas del negocio familiar, Marta Brufau descubrió la pintura como una búsqueda íntima y personal que no precisó de maestros No quería que nadie interviniera, hasta que Ricardo Miguel le hizo notar que sola tardaría mucho en aprender. De ahí su llegada a Bellas Artes y su convicción de que color, composición y forma pueden educarse solo en parte porque lo importante es el pálpito personal del artista.

Charo Alonso: Das clases de pintura ¿Cómo lo haces si tienes una idea muy íntima del proceso de pintar?

Marta Brufau: Yo trabajo desde la intuición, por eso como maestra ayudo a seguir el proceso que cada uno tiene, es cierto que puedo proponer un ejercicio común, pero por lo general, acompaño, enseño lo que cada uno necesita aprender.

Charo Alonso: Esta exposición es tremendamente original en su planteamiento.

Marta Brufau: Me hacía mucha ilusión trabajar con materiales de la tierra: carbón, ceniza, arcilla? le da a todo una luz mágica. Yo soy de escuchar mucho al cuadro, de no imponerme al cuadro, al contrario, cada uno me ha ido llevando: aquí rasco un poquito, aquí dejo más textura?. Eso es lo que caracteriza a estas obras, la importancia de la textura. Y el hecho de que las imágenes van surgiendo solas, las flores me surgen y luego las enmarco? y trabajo con el pincel, con el rodillo, con la espátula, con las manos? cada uno es diferente. Por ejemplo, este es un ejemplo de que se imponen las flores, se llama "Biznaga". Acababa de venir de Málaga y ahí se colocan en los cardos las flores para el pelo, ahí están estas flores, el tallo escurre de la materia de la flor.

Charo Alonso: Tus títulos son muy breves y directos?

Marta Brufau: Antes ponía unos títulos largos y poéticos, pero ahora debe hablar el cuadro, aunque la gente quiere saber lo que es y el título ayuda, hasta en eso me he estilizado.

Carmen Borrego: Todo en ti suena muy intuitivo?

Marta Brufau: Me he dejado llevar por los materiales. Esto es lo que me está pidiendo el cuadro? y lo hago. Me preocupo por no perder la totalidad del cuadro, si te dedicas a un detalle pierdes el conjunto. Es cierto que soy más de matices que de contrastes, pero más de conjunto que de detalles. Yo me pongo mis propias reglas y me las salto.

Carmen Borrego: La composición es muy importante en tus cuadros, es como el encuadre del fotógrafo?

Marta Brufau: Un cuadro debe tener todo lo que necesita, nada más, busco mucho el equilibrio. Mirad, un pintor japonés que vive en Salamanca me dice que tengo algo oriental en los cuadros. No sé si será por el equilibrio en la composición? o por el trazo?

Hay algo fluido en Marta Brufau, sus gestos, su palabra llena de risa, su vehemencia, su forma de trazar las manos explicando sus cuadros Yo cuando pinto parece que estoy bailando. Todo en ella es fluido como una tela de buena caída, toda pincelada es fácil en apariencia. Todo en ella armonía y ese color que asoma del cuadro como si fuera un palimpsesto cuya escritura inicial lucha por salir a la superficie entre los grises y los negros de la ceniza y el carbón. Escritura sobre escritura, pintura sobre pintura.

Marta Brufau: Pintar sobre otra pintura produce una transparencia que le da una vibración especial al cuadro. Vas probando técnicas y escuchando el proceso. Yo mimo los cuadros, los dejo ese rato, distanciándote. Estoy pintando y pongo, por ejemplo, la lavadora? eso me obliga a dejarlo un momento, a regresar y plantearme si lo que estoy haciendo es una mierda o dices, por aquí quiero seguir. Es una forma de alejarte poco rato? A mí me hace gracia cuando me preguntan cuánto tardo en hacer un cuadro? o veinte minutos o veinte años ¿Lo que tardo en pensarlo o en ejecutarlo?

Carmen Borrego: ¡Una que yo me sé ponía los cuadros de cara a la pared para no verlos!

Charo Alonso: Carmen, qué te harían los cuadros para castigarlos así. Marta, se te reconoce por tus flores, por tus paisajes, por tus bodegones? pero nos has contado que en tus cuadros está lo que viajas, lo que escuchas a tus amigos?

Marta Brufau: Y lo que leo, lo que vivo? todo. Yo leo mucha filosofía, sobre todo a Ortega, ese vitalismo que está todo en los cuadros. En el cuadro está todo lo que pienso, y mi pensamiento es filosófico, es vitalista, tiene el vitalismo de Ortega. Mi pintura está llena de pensamiento. Y ahora está llena de ecologismo, de un pensamiento ecológico reivindicativo de cuidar. Por eso me gusta la Pintura Materia, la de Barceló, la de Tapiés, la de Millares? y sobre todo, Kieffer. Pero no se trata de usar cualquier materia porque sí. Un pintor debe pensar en la continuidad del cuadro, por ejemplo, la arcilla da un color muy bello pero es difícil de trabajar, se cuartea? lo primero es usar materia inorgánica y saber trabajarla, por eso yo busco una alquimia entre el gesso, el carbón, la ceniza, la arcilla? que perdure, y para ello, una capa final de barniz mate.

Charo Alonso: Nos contó el escultor Andrés Ilzarbe que los cuadros de Barceló, que a veces usan materia orgánica, se cuartean, se rompen?

Marta Brufau: O se cae la escayola. Es muy importante cuidar la técnica. Mirad este, lo cubrí totalmente de negro y fueron saliendo, con espátula los trazos del cuadro que había debajo. Son negros y grises que no estaban en mi paleta, hasta una amiga dijo a otra "Marta está deprimida porque pinta con gris".

Los grises de Marta Brufau son un velo exquisito sobre el lienzo. Bosques que chorrean verdes formando árboles, texturas que invitan al tacto y a la caricia, colores que surgen y se convierten en flores apenas entrevistas. Bosquejos de un paisaje que se alarga hacia el infinito. Matices de azul que surge de la bruma del gris, de la fuerza de pizarra del fondo de carbón.

Marta Brufau: Yo tengo la mirada larga. Esa mirada castellana que pide espacios, que pide horizontes. Yo necesito ver el cielo, dejar que el cuadro tenga una salida, que el paisaje vaya más allá. Esa mirada infinita que te hace sentir protegida porque sabes que no hay nada escondido alrededor tuyo.

Charo Alonso: Viendo estos cuadros tan distintos y tan iguales ¿Cómo afrontaste este proyecto? Por cierto, la manera de colocar los cuadros es muy significativa, aquí se ve a importancia de la textura, aquí del color, aquí no? son tres cuados iguales y diferentes.

Marta Brufau: Se trataba de tapar y descubrir, trabajar con las texturas y menos con el color, usar otros materiales? eso le da unidad a todas las obras aunque se diferencian muy bien los cuadros iniciales, cuando empezaba a experimentar con el carbón y la textura. Sí, son todos el mismo proyecto de hacer visible lo oculto. Ver más allá.

Charo Alonso: Aunque los hay de todos los tamaños ¿Con qué formato te sientes más cómoda?

Marta Brufau: Con el formato grande, sí. Con mayor formato? ya os he dicho, cuando pinto me parece que estoy bailando?

Siempre el proceso. Con un gesto, Marta Brufau abarca de nuevo la exquisita blancura de esta sala adornada de piedra que, como su carbón, su ceniza y su arcilla viva nos recuerdan la materia de la que estamos hechos. Pura vida sobre un lienzo que nos descubre otra imagen más allá de la que vemos. Oculto, visible, pleno. Tiembla y vibra la pintura y se mecen las flores de Marta Brufau en el jardín de sus pensamientos.

Fotografía: Carmen Borrego.