Casa Escuela Santiago Uno, educación para una integración social digna y de justicia

La Casa Escuela Santiago Uno sigue ofreciendo este curso una cata de oficios a los chicos y chicas que no pueden matricularse todavía en la Formación Profesional Básica porque no cumplen edad u otros requisitos. Mientras están matriculados en diversos colegios están en el aula alternativa en peluquería, podando, haciendo percusión, cocinando, cantando, bailando y estudiando mucho para expresarse mejor y saber manejarse con el dinero, etcétera. "Están con muchas ganas de aprender y son muy cariñosos y divertidos", asegura el director, Jesús Garrote.

Es el tercer año para las ocho aulas de Formación Profesional Básica, en hostelería, fabricación mecánica, mecánica y hostelería que se ofrecen. Tanto en Santiago Uno como en el CPIFP Lorenzo Milani están disfrutando este año de las nuevas aulas y de sus nuevos graffiti en el exterior del taller.

Los Ciclos Formativos de Grado Medio y Superior en jardinería y forestal siguen promocionando alumnos hacia el trabajo y estudios superiores. El ciclo superior on line de gestión forestal está siendo muy útil para la mejora de muchos profesionales del sector. Según explica el director, "este curso autorizaremos un ciclo superior de integración social que nos permita contratar más antiguos alumnos".

Inserción laboral

Respecto a la inserción laboral de los participantes, el centro de jardinería tiene cada vez más clientes e implicación de los alumnos mediante el aula empresa. La cooperativa La Golondrina Sayaguesa produce vino, aceite y miel preferentemente, "hemos tenido una bonita experiencia con los chicos contratados gracias a los programas de Garantía Juvenil y esperamos comenzar con itinerarios de inserción para jóvenes perceptores de renta mínima", apunta.

Además, en el hospital de fauna salvaje de Las Dunas los voluntarios siguen haciendo una gran labor en la recuperación de aves rapaces heridas para reintroducirlas en la naturaleza y a lo largo de este curso esperan finalizar la construcción de un centro de educación ambiental para irrecuperables.

Respecto a las Casas Escuelas donde viven los niños de protección, las etiquetas que generan las problemáticas sociales con origen en desigualdades y discriminaciones, se compensan con un ambiente familiar y la fuerza de las asambleas que convierten las terapias más avanzadas en lecciones de vida para educadores y educandos.

En el llamado tiempo libre, la "educación no formal" tiene su máximo apogeo. Los artistas siguen viajando con la escuela de circo, la escuela de animación titula a los primeros monitores, los títeres siguen mediando, el programa de radio sigue dando voz a todos y la escuela de cine ya va a concursos. "Desde el INJUVE europeo y el Erasmus Plus seguimos intercambiando jóvenes como nuestros napolitanos de una escuela de circo social italiana.

La escuela viajera el curso pasado estuvo por Francia, Alemania, Polonia y esta próxima primavera intentará llegar en sus autobuses litera al Reino Unido.

Respecto a la responsabilidad en la formación de educadores, continúan con su política de trabajar en red y buscar sinergias, "asociándonos, y de esa forma hemos participado en el diseño de un título propio de intervención social con menores en contextos de desprotección en colaboración con la facultad de Ciencias Sociales".

Con sus heroicos alumnos han rehabilitado otra escuela en Marruecos para la formación profesional y la atención básica a niños y mujeres prioritariamente. El proyecto 'Llenando Escuelas', explica Jesús Garrote, "es una fuente de esperanza y regeneración para todos nosotros, con el que seguiremos cuidando nuestros sueños y participando también de la Cooperación al desarrollo en otros países".

Además, el director de la Casa Escuela Santiago Uno agradece "al maravilloso equipo multidisciplinar que permite estas buenas prácticas y sobre todo quiero manifestar mi más profunda admiración por estos deslumbrantes alumnos con los que tenemos el privilegio de convivir".