Oda a los cipreses centenarios en el Día Internacional de los Bosques

Hoy es el Día Internacional de los Bosques, una fecha para poner en valor la importancia de las arboledas de nuestra provincia. Aprovechando esta efemérides los educadores ambientales Guillermo Hernández y Laura García de Aquila Naturaleza la adelantaron al domingo que organizaron en Sequeros un programa de actividades dedicado a conocer y disfrutar de la naturaleza y el patrimonio de la localidad.

Sequeros es una localidad enclavada en la Sierra de Francia, en un paraje repleto de árboles. En su mayor parte, la arboleda ha ido tomando el relevo a cultivos y praderas abandonadas a causa del éxodo.

Un grupo de personas de diferentes edades, procedentes de diferentes localidades aprovecharon la convocatoria para pasarse por esta localidad de la Sierra de Salamanca y aprender numerosas anécdotas y curiosidades contadas tanto por Guillermo Hernández y Laura García, como por Mariona, propietaria de la oficina de turismo de la localidad y guía de este municipio reconocido como conjunto histórico.

La jornada estuvo dividida en tres partes. A primera hora de la mañana Guillermo y Laura impartieron un taller enfocado a los más pequeños, el mediodía se pasó conociendo el entorno natural de la mano de ambos educadores ambientales; y después de comer Mariona fue la que se encargó de realizar una ruta guiada por algunos de los lugares más peculiares del conjunto histórico de Sequeros.

Paseo natural guiado

El paseo natural guiado por Guillermo Hernández y Laura García comenzó en el centro de la localidad hacia la ermita del Humilladero. Antes de llegar a la esplanada de dicho edificio se produjo la primera parada, en la que el guía hizo a los caminantes percatarse de la presencia de una de las joyas del lugar que son los pájaros. Como buen amante de las aves, Guillermo Hernández reconoció por su canto al carbonero y quiso hacer entender a sus atentos seguidores algunas de las curiosidades de este pequeño pájaro de cara oscura. Razonó el posible origen de su nombre, debido quizá al rostro tiznado como una de las similitudes con aquellos hombres de tiempos ya pasados que en estos lares se dedicaban a trabajar el carbón.

El microclima de estos parajes fue otra de las curiosidades anotadas por este experto en naturaleza. Argumentó que esta cuestión debida a la altitud y otros factores influye en la tardía llegada de la primavera observable en el reverdecimiento de los árboles existentes. En alusión a esta peculiaridad, Guillermo recordó una frase de una poesía de Machado que decía que "la primavera tarda, pero, ¡es tan dulce y tan bella cuando llega!"

Al pasar la ermita del Humilladero camino al santuario, en lo que llaman la ruta del Robledo, se empezó a divisar el impresionante paisaje con fondo en la Peña de Francia. Guillermo Hernández aprovechó las ondulaciones del terreno y el Mirador de la Llamada para explicar porque la mayor parte de las lluvias se detienen en estos parajes y no llegan al resto de la provincia. Esta es la razón por la cual en Salamanca sólo suele llover cuando los vientos proceden del oeste o de Portugal.

Laura García se encargó de aprovechar este día dedicado al árbol para alabar la presencia del ciprés, un árbol históricamente vinculado a la muerte y a la vida. Lo hizo junto a los cipreses que se alzan junto al santuario del Robledo. Allí observando los tres cipreses, que fueron plantados hace más de 500 años, Laura explico la razón por la cual el ciprés es el árbol de los cementerios, pues sus raíces siempre profundizan hacia abajo y no molestan en los laterales. Los excursionistas pudieron escuchar otras curiosidades de tamiz mitológico. Este árbol "dicen que es el dios Ades, dios de la muerte, porque cuando mueres si eres bueno, este árbol te ayuda a subir al cielo, y si ere malo, te lleva al infierno", debido a su altitud y la profundidad de sus raíces.

Pero Laura también quiso poner el acento en el papel del ciprés como árbol de la vida, por ejemplo, al curar enfermedades con las virtudes que brindan las propiedades medicinales de sus hojas y frutos. Fueron muchas más las notas curiosas escritas en palabras habladas por ambos educadores ambientales camino hacia Sequeros por los lavaderos y la fuente de la Moriana y después a su paso por el Barrero hacia el Mirador de la Cabezuela, que les permitió observar "el puerto más bajo del Sistema Central' y la blanca Sierra de Calendario.

Mariona, la guía turística de Sequeros, comenzó su ruta en el Teatro León Felipe, un edificio que tiene 140 años de ininterrumpidas representaciones teatrales, gracias al amor de las gentes de este pueblo a las artes escénicas. Si bien es importante subrayar que el arte existía antes del lugar, pues antes de ser construido este edificio "los sequereños ya actuaban en las corralas", recordó Mariona.

Esta peculiar guía, que llegó de Barcelona en un corto verano de hace seis años que para ella parece no haber terminado aún, puso el acento de esta ruta en las peculiaridades de un pueblo venido a menos debido a la despoblación. Sin salir del patio de butacas de aquel teatro con capacidad para 300 personas, Mariona frente a los peregrinos, explicó que este pueblo de tan sólo 216 habitantes es el único municipio de Castilla y León con menos de mil habitantes que está incluido en el Circuito de Artes Escénicas.

La anfitriona sequereña contó otras tantas historias y peculiaridades entre las que no pudo faltar el relato de un episodio protagonizado por Juana Hernández, la moza santa, y Simón Vela o Simón Roland. Ambos claves en el hallazgo de la Virgen de la Peña de Francia, ya que Juana profetizó el encuentro de la talla diez años antes de encontrarla Simón, y ambos presentes en la despedida de esta excursión, ya que al final, los visitantes tuvieron la oportunidad de ver sus restos.