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En las sociedades desarrolladas disfrutamos actualmente de los mayores avances sanitarios, científicos y socioeconómicos; pero también existen amenazas o retos de Salud Pública que hay que resolver si queremos seguir avanzando y disfrutando del progreso con mayores niveles de Bienestar y Calidad de Vida.

En el ámbito sanitario una de las amenazas que está planteada desde hace tiempo es la resistencia a los antimicrobianos, medicamentos utilizados en infeciones para eliminar y/o controlar el crecimiento de los microrganismos. El fenómeno de la resistencia y/o multiresistencia (MRA) aparece de forma natural en los virus, bacterias, hongos y parásitos por el tiempo de exposición a los antibióticos y, se genera por mecanismos genéticos y/o moleculares. Fenómeno que se promueve y acelera con el mal uso y abuso de los antimicrobianos. Hasta tal punto ha llegado ya, que la OMS ha adoptado un plan de acción mundial sobre esta amenaza para la Salud Pública y, anima a todos los países a tomar medidas.

La MRA a los antimicrobianos supone una pérdida de efectividad en la prevención y el tratamiento de las enfermedades infecciosas; pero también condiciona los buenos resultados de muchos procesos asistenciales, como las intervenciones de cirugía mayor, los tratamientos de quimioterapia, los trasplantes de órganos y otros. También provoca que se prolonguen las estancias hospitalarias de muchos enfermos, sobretodo en ancianos y crónicos, aumentando así considerablemente los gastos sanitarios. Además, se sabe que los pacientes con infecciones causadas por bacterias multiresistentes tienen mayor riesgo de tener peores resultados clínicos y, de morir.

Este fenómeno ya se viene observando en los tratamientos de muchas infecciones, en infecciones urinarias, tuberculosis, paludismo, sida, gripe y, otras infecciones hospitalarias y, en centros sanitarios y sociales, como son las residencias de ancianos.

La MRA es un fenómeno complejo que afecta a la Salud Pública y, que debe ser abordado con una estrategia poblacional e institucional que requiere de la concienciación de todos, políticos, gestores, profesionales, pacientes y ciudadanos. Los primeros con un plan de acción que consiga prácticas seguras y adecuadas en el uso de los antimicrobianos, tanto en el ser humano como en animales. Los profesionales adecuando su práctica asistencial a las pruebas clínicas, guías clínicas y, a los consensos profesionales. Los pacientes formando parte activa de su proceso asistencial y, utilizando los antibióticos sólo cuando son prescritos y son necesarios dado que el mal uso y el abuso crean resistencias. Es decir, los antibióticos y/o antimicrobianos no son inocuos, ni para el que los utiliza y toma, ni para los demás.

En mi opinión, la resistencia y MRA es un fenómeno complejo que requiere de la responsabilidad y el compromiso de Todos. Siendo conscientes que para muchos y, cada vez son más, todo lo se mueve en el ámbito de la Salud y la Sanidad les parece más un negocio que otra cosa y, éste se basa en la demanda y el consumo, sin importarles ni los resultados asistenciales ni la sostenibilidad del sistema.

En mi opinión, para avanzar saludablemente, los ciudadanos necesitan concienciarse, que sus decisiones y sus demandas asistenciales deben ser adecuadas y responsables. Es decir, tener relación con problemas y necesidades clínicas reales, por su Salud y su Seguridad; pero también porque hay que cuidar el buen Sistema Sanitario que disfrutamos.

JAMCA