Tecnología del rendimiento en fútbol.

"La ignorancia puede ser curada, pero la estupidez puede ser eterna" (Matt Artson)

En los últimos tiempos parece que la única tecnología exigida al fútbol es la de poder dilucidar si la pelota entró en la portería o no. Mínimo bagaje si así fuera. El bioingeniero libanés, Mounir Zok, (ElPaís,27.12.2016, Carlos Arribas) asegura que "La tecnología del rendimiento es un proceso imparable y no predecible". Es evidente que su comentario es generalista aunque yo trato de acercarlo al asunto del fútbol. "No se puede pensar en tener un éxito sin tecnología? aunque la tecnología solo no determina el éxito, ni la nutrición solo, ni la preparación física. Es la combinación de todas".

Mounir añadió: "Ahora, con una pastilla que toma el atleta, podemos monitorizar en tiempo real cual es la temperatura de su cuerpo. Tenemos parches que miden la calidad del sudor y lo analizan y nos dicen en tiempo real cual es su estado de hidratación" (?) "La tecnología eleva el nivel de conocimiento y el nivel de competición. Cuanto más sepamos de la actividad en tiempo real, más decisiones podemos tomar y más decisiones podemos tomar y más competitivos serán los atletas? El éxito del futuro va a ser a través de un entrenamiento inteligente basado en la calidad, no en la cantidad".

Recientemente, el entrenador del Sporting de Gijón limitó la presencia en vestuarios de personal distinto a jugadores y técnicos diez minutos antes del inicio del partido. Los malintencionados aseguran que "ha impedido rezar al cura en el vestuario", esa era la antigua costumbre. Bien es cierto que el míster Rubi es un hombre detallista, que entrena jornadas muy largas y pone a contribución muchos elementos: Conos, picas, redes, GPS, gomas y todos los artilugios imaginables. Lo mismo que cada jugador recibe un informe personalizado tanto sobre el partido anterior como sobre los jugadores que se encontrarán en el próximo encuentro. Como quiera que lo que más se le ha criticado no ha sido los malos resultados sino que el cura del club no pueda rezar antes de los partidos, ¿podríamos asegurar que el entrenador no confía en la ayuda divina? ¿Rezar antes del partido es una tecnología de rendimiento? Habrá que esperar al fin de la Liga, desde luego el Sporting de Gijón con Abelardo rezaban y los resultados no mejoraban? Seguramente serán otras las razones a investigar?

Salamanca, 1 de marzo de 2017