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La venganza produce felicidad
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La venganza produce felicidad

Actualizado 28/02/2017
Isaura Díaz Figueiredo

Me voy a remitir a unas frases:

Confuccio afirmó "Antes de que te embarques en el viaje de la venganza, cava dos tumbas"

Gandhi, que conocía perfectamente éste sentimiento afirmó:" ojo por ojo, y toda la humanidad terminará ciega"

Dicho como entrada dos pensamientos de los más grandes pensadores les remito al DSM-IVR

Venganza es un comportamiento hostil y que se desea que la otra persona sufra las consecuencias de habernos hecho daño, o creer que nos lo hizo, suele ir unido a rencor.

Instinto del más profundo y como tal instinto sufre un proceso evolutivo, hay quienes afirman que la venganza tiende a ser una protección dentro de la sociedad, pero bajo ocultamiento. Si tengo algún compañero que chilla, interrumpe y las clases es suya, puedo decirle que se recomponte de forma educada, pero si es violento, se toma otro camino diferente, en el ocultamiento evitamos el enfrentamiento directo del que puedes salir muy mal parado, voy a llamarle "mecanismo de defensa". Sin embargo en la mayoría de los casos la venganza no reporta beneficios, solo causa dolor a los otros, una la venganza fue sinónimo de justicia, por esconder sentimientos negativos como el rencor y el odio. No es resarcir lo que pretende, desea sangre y así ella se sentirá mejor, creyendo que el dolor del otro alivia el suyo

¿Puede sanar heridas la venganza? Investigadores de la Universidad de Virginia y de Harvard casi han hecho lo que la Biblia nos dice:

"Porque el reino de los cielos es semejante a un hombre, padre de familia, que salió por la mañana a contratar obreros para su viña. Y habiendo acordado con los obreros en un denario al día, los envió a su viña" (Mateo 20:1-2)

Cristo describe en esta parábola a un hombre próspero, que acaba de contratar obreros por un salario justo. Se ha pactado el salario del día (un denario era la paga de un día de trabajo) y los obreros han comenzado su labor.

En la parábola, a la "hora tercera", o las 9:00 a.m., el propietario de la viña ve a otro grupo de hombres desocupados en la plaza, y les ofrece trabajo. Éstos también entran a la viña a trabajar. A media tarde, alrededor de las 3:00 p.m., la situación es más o menos la siguiente: hay muchos

Continuando con la parábola, la obra sigue, y alrededor de las 5:00 p.m., "la hora undécima", aún se necesitan trabajadores, así que el dueño sale y encuentra más personas desempleadas y disponibles, y les ofrece trabajo. "Id también vosotros a la viña, y recibiréis lo que sea justo" (Mateo 20:7).

El mismo salario para todos

Al final del día, el dueño le dice al mayordomo que les pague a los trabajadores. Los contratados al final de la jornada reciben primero su paga, y los contratados al inicio son los últimos en recibirla. Cada trabajador, sin importar cuánto tiempo haya trabajado, recibe la misma suma, la paga de un día: un denario.

Podríamos pensar que es injusto que alguien que trabajó solo una hora reciba la misma paga que quien trabajó todo el día,

(Mateo 20:12)? el dueño de la viña responde: "Amigo, no te hago agravio; ¿no conviniste conmigo en un denario? Toma lo que es tuyo, y vete; pero quiero dar a este postrero, como a ti. ¿No me es lícito hacer lo que quiero con lo mío? ¿O tienes tú envidia, porque yo soy bueno? Así, los primeros serán postreros, y los postreros, primeros: porque muchos son llamados, mas pocos escogidos" (Mateo 20:13-16).

En Harvard fue un juego experimental, en que todos ganarían los mismo invirtiendo, uno se negó a invertir (estaba preparado) y recibió las mismas ganancias que los inversores, incluso se llevó el doble de dinero. Los investigadores instigaron que podrían vengarse del ganador sin invertir si se sentirían mejor vengándose de él. Todos afirmaron que se encontrarían mucho mejor, sin embargo los no vengativos se mostraban satisfechos y felices y los vengativos experimentaban más y más ira ¿por qué?

En psicología decimos que si no se pide venganza es que se intenta poner y comprender el comportamiento del otro, minimizando sus consecuencias y ya por último el perdón. Los centrados en la ira, hacen alimentar este sentimiento en un círculo vicioso y marcado por emociones negativas. La venganza no solo hace daño a otra persona sino a nosotros mismos causando muchas veces más daño que la misma afrenta

Para mí, es una apuesta de perdedores.

CUENTO

TOROLO

Era un topillo que vivía en un bosque cuajado de flores y verde césped, un buen día decide cansado de vivir de alquiler, construir su propia casita-una madriguera-.De pronto escucha los gritos angustiados de su familia

-Papá, papa, marido, marido Torolo

Mira a su alrededor y ve que un terrible fuego comenzaba a aniquilar con las llamas el bosque. Corre hacia su casa, y las criaturitas animalitas que huían le dicen

-Torolo, ha sido el Coyote Pepote quien prendió fuego

Por desgracia Torolo llegó tarde a su casa, su esposa e hijos habían fallecido. El topo enfurecido dijo:

-Juro por el ringorrango dios de los topos que me vengaré contra todo coyote.

Torolo topo, mató muchos coyotes, no importaba que tuvieran culpa, no escuchaba las súplicas de los bebitos coyotitos, cerrraba los ojos ante tanto dolor.

Un día vio delante del espejo de luna que había envejecido, comenzó a caminar sin rumbo y se encontró a un viejito testigo del cruel incendio

-Lo que terminad de decirme me va dar vitalidad a los renqueantes huesos para seguir vengándome

Pero el periquito AMARILLITO AZULITO, nada comentaba ante su sed de venganza,La venganza produce felicidad | Imagen 1 solo narraba con dolor lo sucedido. Un sentimiento extraño invade a Torolo, enferma y desea morir. El periquito Amarillo Azulito, no daba crédito a loque el topo decía

Llegó la noche y la Luna manuela ya empezaba a levantarse, cuando escucho gritos de agonía, Topo Torolo llamaba a la madre perdón perdoncito, y ésta la contestó:

-Topo Torolo, por fin has oído la autentica verdad sobre el Coyote Pepote, se quemó, perdió la vida por salar a tu familia, el incendio lo produjo una colilla mal apagada, a partir de este mismo momento tus ojos estarán cegados por la luz, las orejas se pegaran a la cabeza y sobre ti caerán por siglos de los siglos estos símbolos como señal de venganza. Tu sed de venganza te lleva ala oscuridad.

Isaura Díaz de Figueiredo

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