Jueves, 12 de diciembre de 2024
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El comodín de Herrera
No queda mucho tiempo, apenas nada, para que las cartas se pongan boca arriba y dejen de pulular por debajo de la mesa. El liderazgo del Partido Popular de Castilla y León está en juego, pero también algo más. Algo más sutil e importante, una forma de ejercer la política.
Los actores que confluyen en intentar tumbarle la mano a Herrera andan pendientes de como desplegará su juego. Esos mismos que se han estado pasando cartas bajo el tapete con el único objetivo de condicionar la sucesión sin mayor interés que manejar, en el sentido más pampero del término, saben que el momento ha llegado. El de dar el último empujón sin miramientos. Pero aquí, en este juego, quien tiene el comodín es Herrera.
Solo el puede taponar tanta acumulación de ambición desmedida y descarnada, tanta deslealtad. Quedan apenas diez días para que sepamos quienes dan la cara, un paso adelante, y aspiran a la presidencia regional. De saber si Herrera no tendrá más remedio que taponar el asalto una vez más, si habrá aspirantes de paja que demoren decisiones o si la opción del salvador genovita, bendecido por Herrera, tira del carro y limpia la partida de tahures.
Y es que aunque el congreso popular que reunirá a más de mil compromisarios, no se celebrará hasta el uno de Abril, el plazo para la presentación de candidatos finaliza en diez días.
Imagínense como anda cosa. A plena velocidad de crucero desde la celebración, funcionarial, de la Junta Directiva del pasado viernes. Una reunión que deja imágenes, sentencias y declaraciones fundamentales para intentar discernir como va la mano.
La primera curiosidad fue la fotografía de la mesa que presidía el cónclave. Herrera compartía espacio con los Fernández, Maillo y Mañueco, y con Pablo Casado. Algo que algunos, no sin cierto cachondeo, bautizaron como el juego de tronos castellano.
Pero más allá de chanzas, hay tela que analizar. Lo primero es la posible bicefalia que puso de manifiesto Herrera. ¿Porque no podrían coexistir dos presidentes?, uno en el colegio de la Asunción y otro en María de Molina. Algo que en sí sería perfecto, hasta idílico, pero donde la lealtad sería un factor fundamental. La misma que no conoce una parte de este PP castellano, pero que de llevarse a cabo Herrera mataría varios pájaros, o pajaretes, de un solo tiro.
Un fogonazo con el que sentar cátedra contra la permisividad, la bilocación de sillones. Esas multiplicidades bochornosas y egoístas que tan mal ejemplo dan en el Par
tido Popular.
Además sería una medida de protección y proyección ante quien puede ser el próximo candidato a presidir el gobierno regional. Y que así pudiera dedicar sus esfuerzos a escarificar un partido necesitado de impulso y oxígeno a nivel interno. Aunque si la cosa se torciera mantendría su comodín en la partida , eso si con peor mano, y poder ostentar desde el gobierno cierto margen de maniobra de cara a las elecciones del 2019.
La otra cuestión de esta junta directiva fue el ejercicio de autocrítica, de mirarse al espejo, que realizó el burgalés. Tan poco común en un político como certero en el tiro.
Herrera reconoció que en estos años uno de sus haberes más destacados ha sido no prestar la atención debida a su partido. Ya lo puse de manifiesto en alguna línea tecleada anteriormente, quizás su error más gordo ha sido dejar el partido en manos del desagradecimiento, ese que solo sabe morder la mano de quien te la ofrece como muestra de confianza. Porque como andan las cosas el liderazgo hay que ejercerlo dentro y fuera, porque si no pasa lo que pasa.
Lo demás que sucedió, a mi juicio, fueron cuestiones de desecho, aunque nunca se sabe .... Que si Maillo tirando de tópicos para no pillarse la mano. Hablando de renovaciones, de banquillo, pero poco halago para Herrera. Eché en falta un poco más de jabón por parte del Fernández zamorano, algo así como que Herrera se ha ganado el derecho a decidir, aunque mejor pensado no vaya a ser que si lo dice vaya el bueno de Juan Vicente y le tome la palabra.
Algunos también especularon con la presencia de Pablo Casado. Al que una parte popular ve como contrafuerte y otros como muro contra el que chocan sus aspiraciones. Y es que el palentino, diputado por Ávila y aznarista de trayectoria, reuniría en si mismo la santísima trinidad del candidato: JASP, vicesecretario nacional y con discurso. Yo no voy tan lejos, Casado simplemente estaba como miembro que es de esa junta directiva y nada más. O eso creo ...
Pero al final es Herrera quien tiene el comodín, el único que juega la partida con la carta mágica que le otorga cierto margen de maniobra y el poder para reorganizar el tablero. Decidir si opta por ganar la partida de una santa vez o alargar el pulso unos años más.
Tiene su carta, y no en la manga, a la vista de todos. Pero tan importante como el sacrosanto naipe es que de todos es el único que tiene la intención de batirse en retirada y eso en una partida como esta vale tanto como el mejor de los comodines.
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