El “Espíritu de la General”

"La Academia General Militar tendrá por finalidad educar, instruir y preparar moralmente a los futuros Oficiales del Ejército para las virtudes militares, que exige el cumplimiento del deber, el patriotismo, la disciplina y el compañerismo, base principal de una fuerte y estrecha colaboración, al propio tiempo que se les proporciona los conocimientos generales precisos para la profesión militar, en orden a la organización, armamento, material e intervención en el combate de las diversas Armas y Cuerpos.

Por haberse celebrado recientemente el XC aniversario de la creación de la Academia General Militar en Zaragoza, y dado el empeño de la alcaldesa de Barcelona ?y muchos de sus correligionarios- dedicando sus desvelos a empequeñecer y desterrar de sus dominios al Ejército Español, me gustaría contribuir modestamente a ilustrar de alguna manera su falta de conocimientos en la materia. Comentaremos la génesis de ese centro de formación de oficiales, las condiciones de acceso y alguna de las "barbaridades" que allí se aprenden?asunto que, al parecer, tanto preocupa a la señora alcaldesa. Por cierto, cuando he sabido que su verdadero nombre es Inmaculada, me asalta la duda si la razón de "arreglarlo" con el diminutivo Ada es porque el original está demasiado ligado a la Iglesia, o porque coincide con el nombre de nuestra Patrona de Infantería. Si es así, ¡ha tenido Ud. muy mala suerte!

A lo que iba; en 1882, por R.D. de 20 de febrero, y para tratar de unificar los diferentes Colegios Militares donde se formaban los futuros oficiales de nuestro Ejército, bajo el reinado de Alfonso XII, se creó la Academia General Militar en Toledo, siendo su primer director el general José Galbis Abella. En esta primera época se formaron 10 promociones -2250 0ficiales- que nutrieron las Armas y Cuerpos de nuestro Ejército. Se consiguió unificar la procedencia y se buscó para todos ellos el nuevo espíritu de fraternidad profesional, virtud que había escaseado hasta entonces, ocasionando más de un altercado. Este Centro fue disuelto por el R.D. de 8-II-1892 que no aportaba ninguna razón que justificara tal decisión.

Sobrepasado el Desastre del 98 y terminada la campaña de la guerra de África con el desembarco de Alhucemas, el Presidente del Gobierno, general Primo de Rivera ?cadete de la primera época- propone a Alfonso XIII la firma de un R.D. - precisamente el 20-II- 1927- para reinstaurar en Zaragoza la Academia General Militar. El grato recuerdo y los buenos resultados alcanzados en el Alcázar de Toledo sirven de estímulo para que el Mando desee conservar el mismo espíritu que había animado esa primera época. Su primer y único director fue el general Franco, cuya primera misión fue inspeccionar y estimular las obras del nuevo centro a levantar en el zaragozano campo de maniobras de San Gregorio. En esta segunda época se forman tres promociones con un total de 728 Tenientes El advenimiento de la II República, con la consiguiente reforma militar, trajo consigo la disolución de la General, en 1931.

Terminada nuestra guerra civil, por ley de 27-IX-1940, se reabre la Academia General Militar de Zaragoza cuya primera promoción inicia el curso el 15-IX-1942, dando comienzo la denominada tercera época.. El hecho de que su anterior director fuera en aquel momento Jefe del Estado, facilitó el empeño de que esta reapertura fuera un punto y seguido en lo que al "Espíritu de la General" se refiere. Fue su primer director el general Francisco Hidalgo de Cisneros. Desde aquel día, han pasado por la AGM 71 promociones ?más de 23.000 oficiales- entre los que figuran la totalidad de los mandos actuales de nuestro Ejército de Tierra y Guardia Civil.

En esta tercera época, el plan de formación comprendía dos cursos comunes en Zaragoza para todas las Armas y Cuerpos, finalizados los cuales se alcanzaba en grado de Alférez, y el resto de la carrera se completaba en las respectivas Academias Especiales, hasta obtener el empleo de Teniente. Con la vuelta de la democracia, ha sido propósito de todos los gobiernos trasladar su ideal de FF.AA. a los planes de formación de sus Cuadros de Mando. De esta forma, las pruebas de acceso y el plan de estudios han sufrido no pocas variaciones hasta llegar al sistema actual. Entre las novedades más importantes podemos señalar la incorporación de la mujer al Ejército, el desarrollo de los cuatro primeros cursos en Zaragoza, donde se ha creado el Centro Universitario de Defensa, dependiente de la Universidad de Zaragoza, para que los cadetes, además de las enseñanzas específicamente militares, salgan con el grado de Ingeniería de Organización Industrial. El quinto curso se imparte en las Academias especiales donde se recibe el despacho de Teniente.

Así pues, los oficiales que dirigen nuestras Unidades, además de una preparación que nada tiene que envidiar a la de otros Ejércitos, se forman dentro de las normas que marca nuestra Constitución y los planes aprobados por el poder legislativo. Cualquier intento de motejar a los Cuadros de Mando con tintes de "casta", además de ser falsos, califica a quienes los emplean. Quien esto escribe, hijo de un modesto y honrado panadero, se siente muy orgulloso de ese "Espíritu de la General" que ha empapado toda mi vida, a base de mucho esfuerzo y sacrificios, y que, entre otras muchas cosas, me enseñó a ser fiel al Mando, olvidándome de colores y cumpliendo siempre con mi obligación, sin pedir ni rehusar.

En vez de "esconder" el Ejército para que no pueda asustar a los niños, lo que se debe hacer es acercarlos a los cuarteles para que comprueben, de primera mano, a qué se dedican esos españoles que velan por la paz y la seguridad de los demás. ¿O es que tampoco deben ver por la calle a policías, bomberos, jueces, médicos y cuantos, en el desempeño de sus profesiones, empleen fórmulas u objetos poco simpáticos? Los niños están en la calle donde, por desgracia, ya existe demasiada violencia. ¡Menos demagogia!