Miranda Warrin, terciopelo valiente

Ternura. Ni la melena cuidadosa ni el sabio perfil para las fotos maquillan ese deje tierno y cercano que se alza en plataformas imposibles, se pinta con cuidado de orfebre y cruza las piernas absolutamente perfectas. Es ternura y cercanía lo que brilla en los ojos de Miranda Warrin, y no su atuendo de escena, su ojo maquilladísimo, su boca delineada con mimo. Impone su poderosa presencia, acoge su sonrisa perfecta.

Charo Alonso: Tengo que decirte que pienso que una Drag Queen trabaja con el estereotipo más ridículo de la mujer, la mujer pintada, arreglada?

Miranda Warrin: Yo no lo veo como una ridiculización, no ridiculizamos a la mujer, la engrandecemos. En mi espectáculo intento que todo sea más elegante, diferente?

Charo Alonso: No hay nada de mujer en esos espectáculos Drag de Las Palmas de Gran Canarias, por ejemplo.

Miranda Warrin: Ese tipo de espectáculo es más de transformismo, es una drag más ostentosa, incluso sin pelo, sin pechos? ahí no hay ningún deseo de parecerse a una mujer. Luego hay otra manera, más elegante, más femenina? Yo fundamentalmente soy cantante, elijo la música, monto las coreografías, canto siempre en directo, ese es mi trabajo y actúo para todos los públicos, incluso para niños.

Charo Alonso: ¿Estamos preparados en Salamanca para un espectáculo así?

Miranda Warrin: Es cierto que es más propio de las grandes ciudades y quizás seamos un poco reacios a este tipo de espectáculos pero cuando voy a los pueblos empiezan con la sorpresa y luego son muy agradecidos y me vuelven a llamar. Ya no se trata solo de hacer despedidas de solteros, trabajo mucho en las fiestas de los pueblos, con las Águedas, por ejemplo, y la gente responde muy bien.

Charo Alonso: Me vas a perdonar, pero pienso que las despedidas de soltero son un rito del que podemos prescindir.

Miranda Warrin: ¿Y la cantidad de dinero que dejan? Piénsalo, hablamos de un público que viene, que se aloja, que come y cena. Son muchos puestos de trabajo, gente que sabe que puede trabajar como camarero al menos un fin de semana. Hay que ser tolerantes.

Carmen Borrego: A mí me hablaron del tema de las despedidas de soltera para hacer reportajes y supe que vienen con todo pagado, que van a la peluquería, a maquillarse, a vestirse? es verdad que luego llega la cena con espectáculo o las copas, pero es un negocio muy amplio que beneficia a muchos y creo que la gente se desfasa igual o más cuando va de fiesta.

Miranda Warrin: Arma bronca el grupo que la armaría en cualquier otra situación. Si ves los números de la gente que viene el porcentaje de los problemas es de un 2%, el de aquellos que montan bronca vayan donde vayan. Es cierto que los disfraces, el aire de la fiesta puede parecer de mal gusto, sí, pero si la balanza se inclina hacia los puestos de trabajo quizás pensemos de otro modo, y más cuando hay ciudades que están esperando instaurar este tipo de negocio.

Charo Alonso: Me han dicho que eres una excelente cantante y pensando en tantos buenos músicos que hay en Salamanca ¿Cómo no llegar más arriba?

Miranda Warrin: Llevo 17 años en el mundo de la música, cantando en orquestas, haciendo espectáculos. Y en este campo, si no tienes un padrino, estás perdido. En el mundo de la música necesitas invertir mucho dinero, conocer, saber, por eso es necesario buscar otra alternativa.

Hay algo sumamente elegante en esta mujer a la que fotografía Carmen, una calma tranquila y sí, tolerante. Un batir de pestañas de acero forjado. Incluso esta voz un poco impostada es sincera y directa. Una contradicción deliciosa.

Charo Alonso: ¿Cómo convive Frank Mateos con Miranda Warrin?

Miranda Warrin: ¡Ella es todo un personaje! No está en mi día a día, pero sí es cierto que siempre lanzo una puyita de las suyas y pienso "Ya me está poseyendo otra vez el personaje". Cuando estoy así no tengo nada de vergüenza, cuando estoy de chico soy mucho más tímido. Esto ?señala su impresionante fachada de mujer guapa- es un escudo, y cuando lo llevo me lanzo a hablar con la gente y no me importa el qué dirán.

Charo Alonso: Hay que ser valiente para enfrentarse así al público.

Miranda Warrin: Cierto, y cuando estoy en el personaje hay cosas que corto enseguida. Es que la que tiene el micrófono soy yo, tengo el control, a mí me enseñó mi primera jefa que a mí se me oía, mientras que al que en el público hace un comentario malsano le oyen tres o cuatro.

Charo Alonso: ¿Cómo es Miranda?

Miranda Warrin: Es muy extrovertida, no se calla nada. Es muy tocona, y está encantada de estar entre la gente. Hay artistas que se suben al escenario y ya? yo bajo, hablo, toco al público, me dejo hacer mil fotos si quieren. Es? es un terremoto ?Y muy solidaria- apunta Carmen desde su cámara- cuando la llaman para participar en alguna gala benéfica siempre va. Claro, si cuentan conmigo yo voy encantada.

Charo Alonso: ¿Cómo preparas el show? ¿Escribes tus monólogos? ¿Aprendes tus intervenciones?

Miranda Warrin: Antes sí, pero ahora no. Ahora improviso, me encanta improvisar, quiero que todo sea natural, antes me los preparaba mucho, ahora lo que hago es un listado de canciones y dependiendo del público hago una cosa u otra. Es verdad que veo monólogos, estoy atenta a lo que oigo y puedo aprenderme un chiste que vaya bien con el espectáculo, pero siempre dependiendo del público.

Charo Alonso: ¿Por qué Miranda Warrin? ¿Cómo desde la música decidiste que querías ser Drag?

Mianda Warrin: Normalmente los nombres de las Drag van asociados a un artista. Yo empecé a trabajar en un local que se llamaba Miranda y me gustaba un grupo llamado Miranda Warning. Sí te puedo decir que me siento una Drag un poco especial, no me gusta el chiste fácil, no me gusta meterme con la gente, el insulto. No quiero provocar la risa fácil. Con respecto a mis inicios nos fuimos de vacaciones a Tenerife y vi por primera vez un espectáculo en directo y me enamoré? cuando regresé le pedí a mi jefa que me dejara intentarlo y como era amiga mía, pude hacerlo. Me enamoré.

Charo Alonso: ¿Tienes un lado del armario para Miranda y otro para Frank? Debe ser un trabajo tremendo convertirte en Miranda, por cierto ¿Qué le gusta cantar a Miranda?

Miranda Warrin: ¡Tengo una habitación entera dedicada a Miranda! Tiene más zapatos que yo. Y sí maquillarme es un trabajo, hay que afeitarse bien, depilarse, tardo al menos dos horas en pintarme, y sí, la gente joven sabe bien que es un trabajo muy grande convertirse en Miranda. Luego cuando termino todo me desmaquillo en diez minutos. Y canto de todo, pero me gustan el pop y la copla. Y canto siempre en directo.

Charo Alonso: Quizás haya que reivindicar este tipo de espectáculo, pero reconoce que siempre se acaba en el tema sexual, en la provocación?

Miranda Warrin: No, yo actúo también para niños, les encanta, me ven divertida y extravagante, no tienen complejos. No me centro en eso sino en divertir, en gustar.

Charo Alonso: ¿Y cómo es Frank? Habrá quien piense que Miranda surge de la necesidad de parecer una mujer.

Miranda Warrin: Frank es más tímido, es extrovertido, pero no tanto como Miranda. Yo a Miranda la veo como un trabajo, un trabajo que disfruto y mucho, no responde a una carencia sino a un trabajo que me gusta. Y un trabajo serio, con una preparación, un equipo de música, una actuación en directo muy cuidada.

Charo Alonso: Has defendido siempre la causa de la diversidad sexual ¿Crees que algún día aprenderemos?

Miranda Warrin: Lo básico es la educación desde casa. Vas paseando y ves cosas alucinantes, como que un padre relativamente joven vea a su hijo mirando a un hombre con el pelo largo y le diga "Tira p´adelante, que ese es un maricón". Yo intento ayudar todo lo que puedo. Se trata de ver las cosas con naturalidad desde la casa.

Carmen Borrego: Yo voy a meter baza? ¿Se siente sola Miranda Warrin?

Charo Alonso: Tú siempre metes baza en todas las entrevistas?

Miranda Warrin: No, Carmen, no se siente sola. Ha hecho todo lo que ha querido y ha dicho todo lo que tenía que decir.

Frank Mateos no se siente solo. Cuando la poderosa personalidad de Miranda, con su vestido rojo, su melena negra, su boca perfecta y sus plataformas de perlitas baja del escenario donde está siempre subida, regresa un hombre con la sonrisa abierta y extrovertida de Miranda, los ojos más pequeños pero llenos de una luz tierna y divertida. Es inmenso el trabajo de levantar a esta diva deslumbrante, pero Frank parece todo lo fuerte que es Miranda.

Charo Alonso: ¿Te reconocen? ¿Te identifican con Miranda?

Frank Mateos: Hay quien sí, y ahora, quizás por los tatuajes más?me muestra las flores de su brazo y el que lleva en la muñeca- esta es una clave de sol con un micrófono. La música es mi vida.

Y de la música, como una Venus desmesurada y rotunda saliendo del mar, surgió Miranda Warrin. Poderosa y llena de gracia, la reina de la noche de la ópera de Mozart de la que parece venir la expresión Drag Queen. Desinhibida, entregada, envuelta en la lentejuela que refleja los sueños. No se la puede dejar sola y asoma en la sonrisa de Frank Mateos. Brava, Miranda.

Charo Alonso.

Fotografías: Carmen Borrego.