Omisión de justicia

El lunes me enviaban una "noticia" (añádanse más comillas) de un medio local en el que se reseñaba una acusación de omisión de socorro contra una médico de un centro de salud de la provincia. El redactor trasladaba la versión de un familiar de un paciente sobre unos hechos acontecidos en el establecimiento sanitario. Su percepción subjetiva que, al parecer, ha dejado convenientemente escrita en una reclamación aún a la espera de ser contestada. Bien. Está en su derecho. Y en el de emprender las medidas legales que entienda oportunas, una vez recibida respuesta o antes incluso.

Lo que no se sostiene es que ese relato de los hechos se publique sin más comprobación, dejando constancia simplemente al final del relato de un aparente contacto con la Gerencia de Atención Primaria sin mayores aclaraciones. No se consigna que se haya buscado la versión de la profesional denunciada y que ésta haya optado por el prudente silencio, con lo cual a la versión publicada no se la contrapesa en la "noticia" con la otra parte. En todo caso, resulta preocupante que una acusación tan grave contra un médico se exhiba con tal ligereza. Materia de Código Penal despachada con titular llamativo, en caliente, arrojando datos que señalan al profesional acusado o casi, y sin ningún equilibrio. ¿Es esto libertad de información?

En el sótano de la "noticia", los comentarios. Y allí el hedor ya es insoportable. Exageraciones y transformaciones incluso de los hechos presentados, teorías sustentadas en la nada, y lo peor, el señalamiento con su nombre de la profesional, sometida ya a "la pena del telediario" sin derecho a defensa siquiera. El escarnio, la calumnia y la retahíla de adjetivos gruesos embozados tras anónimas firmas. No vale con que un medio se declare ajeno a esta práctica difamatoria si presta su escaparate para ponerla ante los ojos de todos, si permite airear opiniones que faltan al respeto y ensucian el nombre de un profesional amparándose en una supuesta libertad de expresión. Supongo que a mí me puede pasar si un día me equivoco en mi consulta (que me equivocaré), si a alguien le parece que me he equivocado, o incluso si a alguien le apetece que se publique que me he equivocado. Si ese día llegara, llámenme y escuchen mi versión. No sean tan injustos como con esta compañera.

Ilustración: "The Doctor" (Samuel Luke Fildes, 1889)