Muerte de los maestros: John Berger

Una de las primeras noticias literarias que recibíamos, apenas iniciado el año, era la del fallecimiento del escritor inglés John Berger (Londres, 1926 ? Antony, París, 2017), tras alcanzar y sobrepasar el umbral de sus noventa años.

Todo un maestro en el arte de narrar, de observar, de sentir y de mirar el mundo, las obras de arte y esa humanidad frágil, que no tiene voz, y a la que él se la dio.

A los más frágiles, a los más desatendidos, a aquellos que han de existir en los territorios del afuera, a toda esa humanidad que existe en la precariedad, en los territorios de la herida, John Berger los dignifico a través de su palabra, les dio un estatus de realidad, de presencia y ?como certeramente se ha dicho? les otorgó dignidad de reyes.

Tuvimos la fortuna de acercarnos a la escritura de John Berger a través de una trilogía que, en lo narrativo, se encuentra entre lo más destacado de su obra. El autor la tituló De sus fatigas y está constituida por Puerca tierra (1990), Una vez en Europa (1991) y Lila y Flag (1990).

De esta hermosa trilogía, se ha dicho también que se encuentra entre lo mejor de la literatura universal de finales del siglo XX. Así nos lo pareció también cuando la leímos. El autor, que vivió en la Alta Saboya francesa, en contacto con los campesinos, pone su corazón y su alma a la escucha y, de un modo sugestivo, convincente y veraz, sin eludir dureza alguna, nos muestra el existir de unos campesinos europeos, últimos representantes de un modo de vida que agoniza y que está en trance de desaparición, debido al trasvase hacia la vida urbana, que se expresa, sobre todo, en Lila y Flag, una suerte de odisea contemporánea, que nos habla de muerte y de perdón.

Como remate de Puerca tierra, escribe Berger un lucidísimo texto teórico, titulado "Epílogo histórico", que es uno de los textos más certeros que se hayan escrito nunca sobre el campesinado. Es muy recomendable leerlo, para todos aquellos que quieren conocer a fondo cuáles son los mecanismos de la vida campesina europea (y universal, en el fondo), de la que algunos procedemos.

"La vida campesina ?indica Berger? es una vida dedicada por entero a la supervivencia. Esta es tal vez la única característica totalmente compartida por todos los campesinos a lo largo y ancho del mundo. Sus aperos, sus cosechas, su tierra, sus amos pueden ser diferentes, pero, independientemente de que trabajen en el seno de una sociedad capitalista, feudal, u otras de más difícil clasificación, ? en todas partes se puede definir al campesinado como una clase de supervivientes."

La mirada de John Berger hacia el mundo del arte es fascinante, personal y muy fresca. Su obra Modos de ver ?a partir de una serie por él mismo escrita para un programa televisivo de la BBC? es un buen ejemplo de lo que decimos.

Y también su poesía, aunque menos conocida, es de un gran interés. Pone el dedo en la llaga de ese dolor contemporáneo, que supura a través de la conciencia, en una reunión de título hermoso y simbólico como es, por ejemplo, Páginas de la herida.

Muerte de los maestros. John Berger. Ya habita en el silencio, en ese silencio tan querido para quien supo que el acto necesario para poder escribir es escuchar. Pero, a pesar del silencio y de la muerte, su palabra escrita, su actitud vital, serán para siempre un clamor de conciencia y belleza, que otorga dignidad a los desheredados.