HINOJOSA DE DUERO | Juan Carlos, Pedro, Nacho, Guillermo, Almudena, Paula, Carla, María José, Claudia, Vanesa y Alba han sido los responsables de mantener la pasada noche esta bonita tradición
Puede que para muchos de nosotros contemplar una gran hoguera que ilumina las casas del pueblo junto a los vecinos a su alrededor, sea una estampa más asociada a la noche de San Juan que a la noche mágica del 24 de diciembre. Sin embargo, en Hinojosa de Duero ?pueblo famoso también por sus Fiestas de San Juan? la hoguera se convierte en el centro de la fiesta de la noche previa a la Navidad.
La tradición se remonta muchas generaciones atrás. Explican los más mayores del lugar que "los Quintos fueron conscientes de que al llegar los 20 años y tener que irse a la mili, suponía que, al separarse por reemplazos, iba a ser muy difícil volver a coincidir todos juntos en los sucesivos eventos y fiestas del pueblo, con lo que la noche de Nochebuena fue convirtiéndose en la última que quizás podía estar toda la Quinta juntos. Así se fueron juntando alrededor de una hoguera desde la que iban a rondar a las muchachas del pueblo".
Así relatan el nacimiento de esta tradición que se ha mantenido año tras año, destacando la novedad que supuso que la Quinta del 82 fuera la última donde solo los hombres fueron responsables de la hoguera. A partir de la Quinta del 83 las mujeres quintas del pueblo participaron ya junto a los hombres.
La hoguera se convierte así en la gran protagonista de la Nochebuena para todo el pueblo que, al salir de la misa del Gallo, acude en masa a la plaza para contemplar su encendido. Sin embargo, para los Quintos es la protagonista de todo el año; saben que es su responsabilidad y se convierte en la excusa perfecta para mantenerse juntos a lo largo del año buscando y acumulando leña para no defraudar al pueblo. "No se trata de querer hacer una hoguera más espectacular o más grande que la de años pasados. Basta con que sea decente y ayudar a todos nuestros familiares y gente del pueblo a recordar durante unos minutos, al calor de las llamas, que ellos también tuvieron 20 años. Somos muy conscientes de que durante esos minutos para muchos de nuestros vecinos esas llamas les hacen recordar toda una vida."
Orgullosos contemplan su hoguera montada. Hoguera que no puede tener rival alguna, por lo que tal y como también dicta la tradición, deberán estar atentos de que ninguna otra quinta mayor o más pequeña encienda otra en cualquier parte del pueblo. Deberán acudir a apagarla.
Son las doce de la noche, el pueblo acude a la plaza del Juego Pelota. Hace frío, pero todas las caras son de ilusión y ganas? En la de los padres y abuelos de los Quintos hay una especial emoción a mayores. Tras un fallido intento con una mecha de traca, al final se prende la hoguera. Todo se ilumina? y por encima del chisporreteo de las aún tenues llamas alguien grita ¡Viva los Quintos de Hinojosa!
Texto y fotos: Alfonso Valdunciel Bustos