Aumenta el número de madres solteras por elección 

Cada vez más mujeres optan por ser madres en solitario. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística, en 2015 más de un millón y medio de hogares estaban formados por una madre con hijos y, de éstas, más de un 13% eran madres solteras. El estudio del INE no especifica cuántas de esas mujeres encabezan hogares monoparentales por elección aunque, atendiendo a las cifras que ofrece el IVI, instituto sobre la infertilidad de referencia en España, el número de mujeres que optan por ese camino para formar una familia crece a buen ritmo. Y aportan un dato: en los últimos cinco años ha crecido en un 58% el número de mujeres que acudieron a alguna de sus clínicas para lograr un embarazo a través de donante. Un porcentaje que, en 2015, se tradujo en algo más de 3.800 mujeres que buscaban ser madres en solitario.

Desde el instituto médico, señalan que "el papel de la mujer frente a la maternidad está cambiando", por lo que "la sociedad debe prepararse para este nuevo modelo de familia", según destaca el doctor Manuel Fernández, al frente de IVI Sevilla. Precisamente en este centro se ha llevado a cabo uno de los pocos estudios sobre este cambio social, el realizado por las psicólogas María Mar Tirado y Marta Díez. "No hay mucho conocimiento sobre este nuevo modelo familiar, así que tratamos de recoger datos y fuimos casa por casa a conocer a las familias", explica Tirado.

"En general encontramos madres satisfechas con su decisión y mucho apoyo y comprensión; la sociedad se ha abierto hacia este tipo de familias", añade. La psicóloga aconseja ser transparente sobre el modelo de familia para que el niño lo normalice. "Hace diez años, las mujeres preferían decir que el papá había fallecido o vivía en otra ciudad, era un tema tabú y en parte lo sigue siendo, aunque cada vez hay más conocimiento e interés por las distintas técnicas de reproducción".

¿Cómo explicarles su origen?

El estudio de las psicólogas destaca entre sus conclusiones que una de las mayores preocupaciones de estas madres reside en cómo explicarles su origen y cuál será su reacción. "Muchas tienen miedo al reproche, especialmente en la adolescencia, cuando los niños buscan no diferenciarse del resto". "Las respuestas deben ser directas, firmes, claras, sin ningún tipo de duda sobre el modelo de familia elegido y adaptando la información a cada edad", explica Tirado, que ofrece de forma periódica talleres en los que se ofrecen, entre otros temas, respuestas concretas para cada edad.

Hasta los dos años

El niño todavía no se cuestiona nada. En esta etapa se aconseja ir preparando el entorno para que, cuando haya que empezar a explicar el modelo de familia, se haya creado un entorno seguro y normalizado. Se puede ir dando información en forma de pequeños cuentos personalizados. Esta etapa dura hasta que empieza a decir sus primeras palabras.

Desde los 2 hasta los 7 años

En esta etapa, los niños poseen un pensamiento egocéntrico. No se interesan aún por los detalles biológicos. Se puede comenzar con información en la que él sea el protagonista: hablarle del embarazo, del parto... Es importante responder a sus preguntas y transmitir tranquilidad. Explicar cómo se formó la familia y siempre desde un punto de vista muy afectivo: "Desde hace mucho tiempo soñaba contigo, tenía muchas ganas de tenerte, deseaba con todas mis fuerzas tener un niño como tú". "Hay muchos tipos de familia y la nuestra es así...". Si llegara a preguntar: ¿y por qué no tengo papá? se puede explicar que la mamá no tenía una pareja con la que compartir la maternidad y un médico le ayudó a ser madre. Se puede mencionar ya la figura del donante.

Desde los 7 a los 12 años

Comienzan a necesitar datos concretos. Pueden utilizarse conceptos biológicos y hablar de células, donantes, laboratorios. "Es importante aclarar que el donante es una persona que ayudó para que el niño viniera y que tiene un papel muy importante, pero habría que diferenciarlo del concepto de padre, la palabra le queda enorme por las connotaciones afectivas. En este tipo de familias, no hay papá". insiste la psicóloga Tirado.

Desde los 12 hasta 15-20 años

A partir de aquí es importante prepararse para más preguntas y también para enfados e incluso reproches. El mejor consejo es vivirlos con normalidad. Ahora más que nunca no hay que mostrar ningún sentimiento de culpa, sino estar segura y confiar en el modelo de familia elegido.

El Norte de Castilla