“Basta de violencia de género, ni una menos”
Concentración en la Plaza Mayor contra una lacra social que ha matado a 800 mujeres esta década, la última ayer en Fuenlabrada
Coincidiendo con el Día Internacional contra la Violencia de Género, la Plaza Mayor ha sido escenario de la repulsa de la ciudad a esta lacra social, que ayer se cobró su última víctima en la locadidad madrileña de Fuenlabrada, por la que se guardó un minuto de silencio. A pesar del mal tiempo, han sido muchos los salmantinos que se han sumado a la convocatoria.
Posteriormente, Gema Martín, ganadora de la I Carrera Contra la Violencia de Género, ha leido un manifiesto elaborado por la profesora de la USAL Marta del Pozo, una de las expertas en la materia que forman parte de la Comisión de Violencia de Género, y los alumnos del Máster de Estudios Interdisciplinarios de Género. También se ha dado lectura a un decálogo para mostrar el rechazo a la violencia de género y sensibilizar a las personas contra estas agresiones. En la lectura, han estado presentes autoridades como la diputada de Bienestar Social, Eva Picado; el diputado de Centros Asistenciales, José María Sánchez y la concejala de Familia e Igualdad de Oportunidades, Cristina Klimowitz.
En este acto principal ha participado el Coro Ciudad de Salamanca, con la interpretación de diferentes piezas. Y, en el Liceo, a las 18.30 y a las 21.00 horas, representación de la obra de teatro "Las Voces de Penélope" con Eton Teatro.
Manifiesto
En la última década más de 800 mujeres han sido brutalmente asesinadas a manos de sus parejas o ex parejas hombres, siendo la primera causa de muerte entre mujeres jóvenes en el mundo.
La violencia de género, que sufren las mujeres por el mero hecho de serlo, es el símbolo más brutal de la desigualdad existente entre mujeres y hombres. Constituye un frontal ataque contra los derechos humanos fundamentales del colectivo femenino, tales como: la vida, la integridad física y psicológica, la libertad, la sexualidad, el libre desarrollo de la personalidad y la dignidad.
El hombre que impone sus gustos, amenaza, coacciona, acosa, controla, insulta, veja, menosprecia, golpea, viola o asesina a una mujer no es ni un enfermo, ni un toxicómano, ni un alcohólico, sino un agresor, y como tal, debe ser señalado socialmente y juzgado.
No hay que olvidar que cualquier mujer por el mero hecho de serlo puede sufrir violencia de género, más allá de su nivel económico, creencias, edad, nacionalidad o estudios. No hay perfil de mujer maltratada. Todas podemos ser víctimas.
Resulta especialmente preocupante la violencia de género en las relaciones de pareja entre las personas jóvenes, en la cuales no se produce un intercambio afectivo igualitario, sino una dominación y sumisión de la mujer por parte del hombre, que reproduce e intensifica los roles machistas y patriarcales tradicionales. A ello contribuye, sin duda, el control a través de las nuevas tecnologías y de las redes sociales, si tu pareja te vigila a través de whatsapp, espía tu móvil, utiliza tus contraseñas de internet o publica en la red imágenes o vídeos íntimos tuyos sin tu consentimiento, está ejerciendo violencia de género, eso no es amor sino control.
Porque la violencia de género debe convertirse en una cuestión de Estado, porque es un problema de toda la sociedad: de hombres y mujeres, porque las personas que somos igualitarias, creemos, luchamos y defendemos los derechos de las mujeres somos más, porque no podrán callarnos si levantamos al unísono la voz, plántale cara al maltrato, señala con el dedo al maltratador y grita alto y claro para dar voz a las víctimas: Basta ya de violencia de género. Ni una menos.
- Por todo ello, manifestamos:
- -Tener derechos es la gran conquista de la humanidad pero los derechos de las mujeres han estado siempre en último lugar.
- -Convertir a las víctimas en culpables es la táctica de toda forma de discriminación y el modo de perpetuarla.
- -Ni la violencia es un distintivo masculino, ni la sumisión la conducta esperada de las mujeres.
- -Si hay algo que define al agresor es su normalidad, una doble cara, un doble comportamiento, una doble moral.
- -La principal herramienta para erradicar y prevenir la violencia de género es la educación.
- -Denunciar, denunciar y denunciar. No bajes la guardia, no des nunca segundas oportunidades.
- -Nuestra liberación es lenta, silenciosa y pacífica. Sólo mujeres y hombres podremos acabar con ese terrorismo tantas veces invisibles, que es la violencia de género.
- -No son suficientes las leyes que velan por la erradicación de la violencia de género, es necesaria la implicación de toda la sociedad en contra de esta lacra social. El silencio nos hace cómplices.
- -Atención a las pequeñas y casi imperceptibles formas de control y abusos de poder, que restringen y violentan reiteradamente el poder personal y la autonomía de las mujeres.
- -La violencia de género es un problema de primer orden. El Estado debe procurar la ayuda integral a las mujeres víctimas de violencia de género y garantizar su seguridad, así como la de sus hijas e hijos.
- Fotos: Alberto Martín