Y Herrera dijo basta

Como la espuma de una cerveza bajo el grifo, así anda la cosa popular en Castilla y León, en pleno desenfreno carbónico. Y no por una cuestión de bandos, si no por una cuestión de asalto convenientemente espumado.

Ya saben que no es nueva la cosa, lleva años mascándose. Por detrás, por delante, por arriba y por abajo. Y parece que Herrera ha dicho basta.

Algunos piensan que ante el acoso al trono, el burgalés debe hacer de "stopper". A la sazón, una suerte de Tato Abadía que continúe luchando con el barro por las rodillas para evitar el gol de la codicia y la política cochambrosa.

El presidente regional por partida doble, hace meses, incluso algo más de un año, que abandonó su habitual mesura y prudencia para comenzar a cantar las verdades del barquero. Unas veces sin rodeo alguno y otras sutilmente, entre líneas.

Hace unos días hablaba de su futuro y del futuro Partido Popular de Castilla León. Y no solo dejaba entrever su marcha.

Habló de la necesidad de nuevas caras, de nuevas ideas, de revulsivos. Insistió que no quiere un debate que se centre en la entrada y salida entorno a personas o más concretamente, entorno a una persona.

Creo que no solo es correcto e imprescindible el mensaje del presidente regional. Justo y necesario, que diría el otro. Si no que es un aviso a navegantes: Yo me voy y conmigo los que llevan demasiado tiempo, los que ya aportan poco.

Ante todo esto la única respuesta de su fiel escudero y leal colaborador, nuestro alcalde Fernández. Fue que ve "con muchísima atención y muchísimo cariño" las declaraciones de su presidente. Toma ya.

Y la verdad es que me pasmó la afirmación, y no solo por eso de ver declaraciones, si no por la espantada y la tibieza ante las proclamaciones herrerianas. Y es que es difícil encontrar secretario general popular con tan tenue seguidísimo.

No creo que ande cabreado por su reciente nombramiento como uno de los vicepresidentes de la organización del próximo cónclave popular. Aunque con mas de 14 años de segundo de abordo en Castilla y León en la faltriquera, debería de ser de los que de paso a nuevas caras, nuevas formas y nuevas ideas. E igual es algo de eso lo que no le hace tanta gracia.

Algunos desean ver en la designación de los Fernández y Fernández castellanos, Maillo y Mañueco, como componentes de la estructura organizadora del congreso nacional del Partido Popular, una bofetada en la cara de Herrera. Lo atisban como un espaldarazo de Rajoy a los nuevos valores populares de la región.

Y aunque ambos casos tienen que ver, la nominación del Fernández charro suena más a esa vieja táctica de hacerse el encontradizo con el gerifalte gallego por si acaso cae algo. Y quien propugna el encuentro y lo pone en el rellano no es otra que Cospedal. Nada de Rajoy.

Bajo mi punto de vista Herrera no se merece bofetadas ni rejoneos de los que oliendo el mutis aprovechan la ocasión. Primero por trayectoria y dedicación, y segundo por galones. Me alegro que tome la iniciativa y empiece a decir basta. Aunque siempre se ha comportado más como responsable del gobierno regional que como responsable de su partido, en estos últimos tiempos ha intentado recuperar terrreno poniendo cordura, criterio y reordenando las filas, a pesar de los suyos. Y para hacer eso en política no solo se tiene que estar cabreado, hay que tener el culo "pelao" y la ambición cubierta.

Así que prepárense, porque la batalla no solo se libra en los despachos regionales y en alguno que otro de los madriles. A partir de ahora se recrudecerá la campaña mediática intentando aupar a unos y denostar a otros. Aumentará la exposición al flash y los micrófonos de unos haciendo campaña para subastarse como merecedores de más altos designios. Pero sean críticos y digan basta. Y ahora que tan de moda está, hagan caso del Nobel Dylan. Y que al menos sepan que pueden ver detrás de sus máscaras.