VITIGUDINO | Por haber sabido encontrar un lenguaje expresivo que acerca el arte y los valores culturales y éticos al alumnado
Por segundo año consecutivo, el proyecto 'Humanización y arte en los espacios comunes' del IES Ramos del Manzano ha obtenido el reconocimiento de la Consejería de Educación a través de sus premios de innovación educativa. En esta edición, el trabajo de pintura y arte desarrollado en los pasillos del centro vitigudinense ha sido uno de los 12 que han obtenido premio en esta convocatoria. Según el jurado, "'Humanización y arte en los espacios comunes' del IES 'Ramos del Manzano', de Vitigudino, ha sabido encontrar un lenguaje expresivo que acerca el arte y los valores culturales y éticos al alumnado logrando humanizar de forma artística, filosófica y literaria los espacios comunes de su centro educativo".
Como publicaba este diario en noviembre del año pasado, la idea de humanizar los pasillos del IES con el arte del grafiti surgió como una imaginativa alternativa a los desconchados que 'decoraban' los pasillos del centro. Desde entonces, más de medio centenar de estas obras de arte destacan del beige o el blanco 'marfil' de las paredes.
Sobre el gotelé pueden verse obras de pintores universales como Miguel Ángel, Picasso, Vermeer, Munch o Klimt, entre otros; algunos de los premios Nobel de la Paz más significativos; imágenes que se han convertido en símbolos de la sociedad actual? Todas ellas son la huella dejada por los alumnos de 3º y 4º de la ESO en sus clases de Plástica. Y así, las paredes del IES Ramos del Manzano han cobrado vida gracias al grafiti, un arte con el que los alumnos despliegan su creatividad y exteriorizan sus emociones a través de la pintura, al mismo tiempo que adquieren valores universales como la paz o la solidaridad, pero también otros más cercanos y no menos importantes como la tolerancia y el trabajo en equipo.
Los tres principales artífices de esta iniciativa son los profesores de Plástica, Rosa María Santos y Juan José San Sebastián, y la directora del centro, Raquel Rodríguez, que sitúan a esta iniciativa como la mejor experiencia docente de la que han sido partícipes, por lo que su ilusión por conocer el alcance final de la idea los desborda y ya piensan en el curso que viene, en el que a buen seguro el proyecto saldrá de las paredes del centro para alojarse en las calles de Vitigudino. En definitiva, solo es cuestión de tiempo porque ilusión, ganas y apoyo no les faltan, como tampoco el deseo de los alumnos por dejar parte de ellos en estas paredes.