La esclavitud del siglo XXI

Laura Mohacho Garrido, activista por los derechos humanos.

El colectivo femenino es el objetivo principal de la explotación sexual, ya que, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) el 90% de las víctimas de explotación sexual son mujeres y niñas. No por ello quiero invisibilizar al resto de víctimas conformados sobre todo por niños y en menor medida hombres, pero hay que hacer hincapié en que es un problema de machismo originado por una sociedad patriarcal donde el cuerpo de la mujer (objeto) está creado para dar placer al hombre (sujeto), siendo esto fruto de la feminización de la pobreza, "donde la mayoría de compradores son hombres con dinero y la mayoría de vendedores son mujeres sin dinero" como afirmaba Toni Mac, trabajadora del sexo y activista de Sex Worker Open University (SWOU); por lo que asistimos a una doble discriminación, por estar en situación vulnerable económicamente hablando y por su condición de ser mujer.

A menudo se confunde prostitución con trata con fines de explotación sexual, quizás por la poca información y de ahí la ignorancia o por la pasividad de la sociedad al no querer visibilizar a estas mujeres. Pero aunque estén relacionadas son diferentes, ya que la prostitución la entendemos como la actividad de una persona que tiene relaciones sexuales a cambio de dinero (implícitamente está el carácter voluntario), mientras que en la trata de personas con fines de explotación sexual se priva de dignidad, de respeto y de decisión a la víctima sobre su vida y sobre su cuerpo; siendo obligada por otra persona (proxeneta) a mantener relaciones sexuales con todo tipo de clientes a cambio de dinero; beneficiándose así el explotador.

Nada más y nada menos que aproximadamente el 87% de "prostitutas" son esclavas sexuales, por lo tanto cuando se habla de legalizar la prostitución, de penalizar a las prostitutas (aunque este tema será objeto de otro debate), ¿de verdad lograremos reducir la trata de personas con fines de explotación sexual?, ¿o lo que estaremos haciendo será encubrir la actividad ilegal e inhumana que llevan a cabo estas redes? ¿De verdad que si penalizamos a las "prostitutas" esta lacra desaparecerá? ¿O lo que conseguiremos será que además de ser víctimas de las mafias, sean víctimas de la presión de los gobiernos y del estigma social que ello conlleva?

¿Qué ocurre con el caso español? Es alegal, ni ilegal ni legal. Qué originales. La alegalidad se centra en que está permitida la prostitución si su ejercicio es libre y no altere el orden público; aunque sí aparece en el Código Penal castigada la prostitución de menores y aquellas personas que se lucren de explotar sexualmente a otra. Bien, con estos datos, por pura probabilidad, ¿de verdad que los clientes creen que al ir a un prostíbulo o contratar servicios con una prostituta coincidirán con una mujer que lo haga de forma voluntaria? Tengo la respuesta, y es que 8 de cada 10 mujeres que ejercen la prostitución en España lo hacen de manera forzada, según datos de ONGD Anesvad, por lo que vemos que el concepto voluntariedad apenas está presente. Es evidente que la ignorancia es muy atrevida, y lo peor es la pasividad. La profesión más antigua no es la prostitución, sino mirar para otro lado, invisibilizar un problema dramático y desentenderse de él.

¿Acaso es más importante el deseo sexual de un hombre cuando acude a estos servicios que la dignidad de una mujer que es forzada a satisfacerlo? Como decía Sonia Sánchez, una sobreviviente de trata y prostitución, "la prostitución rompe esa identidad de sujeto de derechos para ser objeto de uso y abuso. Dejas de ser hija, hermana? para ser puta".

Siguiendo con el caso español, alrededor de 45.000 mujeres y niñas son víctimas de trata en España. Este "negocio", mueve aproximadamente cinco millones de euros al día, más de 18 mil millones de euros al año. Según la guía sobre la trata de personas con fines de explotación sexual, con datos del Consejo de Europa y Naciones Unidas, presentada por Asociación de Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituida (APRAMP), España es el tercer país del mundo y el primero de Europa que más sexo de pago demanda, y por ello a cuanta más demanda más oferta será proporcionada por las mafias.

Otro dato significativo es que 1 de cada 4 españoles consume sexo de pago, y quizás algo preocupante es que cada vez es más frecuente que chicos jóvenes acudan a estos lugares "por diversión". ¿Qué se esconde detrás de esa diversión? "soy propietario de tu cuerpo", otra forma de dominación hacia la mujer.

No podemos escudarnos en "siempre habrá prostitución" y no hacer nada al respecto. La explotación sexual, es una violencia hacia la mujer, una violencia además de los derechos económicos, sociales y culturales; y no sólo viola el Estado con sus normas restrictivas o demasiado permisivas que culpan a la esclava sexual de la situación, sino que la sociedad es el otro sujeto que viola estos derechos. Todos somos responsables por acción o por omisión, todos.