Reválidas y resbalones

Tengo claro que este charco donde me meto hoy, es hondo fangoso y está habitado por muchos "Ness" en espera de lanzar un bocado a estas lorzas que porto sin clase y sin esmero. Igual que tengo claro que a la hora de publicación de estas líneas, probablemente el aspirante a formar gobierno se haya plegado a los intereses que conforman las abstenciones y con ello ni habrá revalidas ni habrá exigencias.

Pero la gran realidad es que a mí y a algunas personas de pareceres, sentires y pensamientos parecidos a los que se alojan en mi cabeza, nos "ralla" (como se expresa ahora el estar hastiado) el tema de las temidas y llamadas despectivamente revalidas que se alojan en la disposición 7337(ojo es capicúa, por si eso también influye negativamente en posibles depresiones) de la LOMCE.

No seré yo quien haga una defensa a ultranza ni nada parecido, de cualquier ley de Educación, pues como casi todo el mundo pienso que la Educación y su devenir debería de estar unificado, gobernase quien gobernase y teniendo un solo objetivo: la formación integral de nuestros alumnos. Pero esto, como es bien sabido y sufrido, cada uno de los gobernantes se lo ha pasado por el arco del triunfo, guiados por ministros y representantes que la última vez que estuvieron en el aula fue en la fiesta de graduación (si es que estudiaron para ello) algunos incluso solo las había visto en las películas de la sobremesa.

Y como no se debe mezclar una cosa con la otra, es por ello que no puedo entender la queja, de padres, alumnos e incluso docentes a la exigencia del aprendizaje de la materia, para exponerla de una forma u otra; a no solo estudiar para el resultado inmediato (esto nos ha llevado a un nivel de ignorancia serio) sino al conocimiento con poso, ese que después de cien años está latente y que se presupone que, como históricamente sucedió, la forma de estudio y enfoque de preparación cambia.

Me decía hace unos días un amigo, parafraseando a no sé quién lo siguiente: "Los tiempos difíciles los superan las personas fuertes y trabajadoras y ellas mismas crean personas débiles y cómodas que disfrutan del espacio y momento creado con anterioridad, desembocando en otra crisis de valores y social", en definitiva una rueda que a lo largo de la historia no la hemos sabido frenar.

En España hemos tenido muchas leyes de educación, excesivas diría yo.

Comenzamos en 1857 con la ley Moyano en la que ya se hace a través de ella una selección del alumnado.

En 1898 a 1902 Germán Gamazo crea una ley dónde se hacen exámenes evaluativos en los últimos cursos, de latín, francés y alemán.

La Ley de Educación de 1953 de Ruiz Giménez, contiene dos reválidas en 4º de bachiller con 14 años y en 6º con 16 años, además del llamado "Preu".

1970 llega con la Ley General de Educación, con Educación General Básica, B.U.P y C.O.U. Y en algunos centros, como puedo atestiguar por experiencia, se nos hacían revalidas encubiertas que ni nos deprimieron ni nos llevaron a la desinformación, ni de contenidos ni de la vida.

La L.O.G.S.E llega en 1990, ¡que coincidencia que esté parida por los formados con leyes estrictas! Suena a rebaje de pena para evitar el "sufrimiento" a sus descendientes y con ello acomodar las formas y maneras de adquirir conocimientos.

El 2006 nos sorprende con la L.O.E y desde mi estricto punto de vista, en reiteradas ocasiones ignorante de estos amplios contenidos, una vez más cambiamos siglas pero dejamos la misma empresa.

Ahora llega el gran problema, año 2013 se hace una ampliación o modificación de Ley, ya ni leyendo el B.O.E. me aclaro, bautizándola como L.O.M.C.E en la que se refleja de forma explícita ciertas exigencias lectivas y docentes con todo lo que ello implica.

La realidad docente, está basada en el propio docente y en los alumnos; en el feedback que debe de existir, es lo único válido.

Por más que se empeñen defensores y detractores, de nada sirve el cambio de términos para definir lo mismo, la aparición de siglas referidas a lo expuesto una y otra vez, las nomenclaturas que son más apropiadas para acertijos y crucigramas que para definir situaciones en la enseñanza. No se engañen es más de lo mismo y quien hará buena o mala una educación es el maestro, el profesor, el educador y los alumnos que lo rodean. Eso sí para ello debemos de ser independientes y luchar por una educación integra olvidándonos de panfletos e idearios que transforman la carta de colores.

Ahora y después de haberles machacado con mi palabrerío de madrugada yo, me y les pregunto: ¿Con cuál de las leyes de Educación por las que hemos pasado se han conseguido más objetivos reales? Y por favor no me intenten vender que los exámenes de contenidos se hagan en el formato que se hagan, tienen algo que ver con la discriminación social, queda arcaico, represivo y senil.