Lo importante es participar...

"Con una participación estimada del x por ciento de la población con derecho a voto..." Así empezaban las crónicas del día después de hace ya ni sé cuantos meses en busca de un gobierno "salvador"; era el cambio ¿esperado? por bastantes , no podría decir muchos, (pues ya no sé nada y me han hecho dudar de todo y todos), hartos de sorpresas desagradables y con carácter económico negativo por parte de nuestros políticos.

Pero sorpresas da la vida, y nosotros los ciudadanos instalados en una democracia estable, nos proponemos hacerla tambalear y ¡lo hemos conseguido!

Quien le iba a decir a algunos dirigentes que las "amistades peligrosas" se lo llevarían por delante.

Decía un amigo, mientras deleitábamos una Mahou apoyados en una barra de calado carácter leninista, que lo que no consiguió Franco con los partidos de izquierdas lo ha conseguido Pablo Iglesias, ¡destruirlos!. Me daba una explicación que se podría basar en el célebre refrán : a río revuelto , ganancia de pescadores. Más bien, del pescador al que le gustaba jugar al ajedrez.

Es ingenuo denominar democráticas, unas elecciones, cuando no está reflejado en la constitución el plan B a la paradójica situación por la que hemos pasado y estamos pasando. Es cuando menos estúpido que sin acuerdos ,no sé de él gobierno a la fuerza más votada y los demás hagan una oposición coherente que le lleve a demostrar la confusión del gobernante, si la hubiera, y a retomar el poder perdido. Es lamentable que solo importe el singular cuando el plural es lo que mueve la economía y la sociedad,no sólo de nuestro país, sino del universo.

En determinados momentos de este angosto camino, de momento sin meta, he tenido la sensación que deben de tener algunos países llamados del tercer mundo al que se le quiere imponer sí o sí un gobierno; el ruido de las "bombas y pistolas" no convencionales cargadas de medias verdades y mentiras seleccionadas nos han llevado a un laberinto tan difícil de cruzar como la búsqueda , en su momento,de armas de destrucción masiva que nadie ha podido encontrar.

Hay acontecimientos históricos, y no duden que este en el que nos encontramos es uno de ellos, en los que el lema olímpico de que lo importante no es ganar sino participar puede resultar apropiado. Con el paso del tiempo, si es que no se lanza con la verborrea que tanto fruto le ha dado!, habrá que evitar que un nuevo barón de Coubertin se apropie el éxito plagiando a monseñor Ethelbert Talbot, que fue el que dijo en la catedral de Saint Paul, en la víspera de la jornada inaugural de los Juegos de 1908, que: "más que vencer lo importante es participar". Y monseñor añadió: "Recordad estas palabras, que se extienden a todos los terrenos, hasta formar la base de una filosofía serena y sana."

Que se hayan podido llevar a cabo este gobierno, si es que al final se llega a ello, en condiciones tan adversas no libera de responsabilidades a quienes recurrieron a esa salida como expiación de sus culpas ni redime de sus delitos a quienes las imposibilitaron durante estos larguísimos meses. Se han puesto todas las zancadillas, empujones y manotazos que se podían poner, unos han perdido las prebendas de situaciones pasadas pero que aún se tocan con la yema de los dedos; otros luchan por dar a sus posaderas roce con cojines de plumón y abandonar él fariseismo nacido en la dura tabla de un pupitre inventado; algunos de los de más allá del meridiano de Greenwich querrán llenar su "sac" y cambiarlo de ubicación y casi todos, seguirán boicoteando el proceso felizmente iniciado. Al fin y a la postre ellos sí saben lo que cobran y de qué partida les va a llegar.