Visto –y oído- de otro lado, radio para disfrutar de la tecnología más puntera

Jorge Vicente y Andrés Grande han hecho algo que me ha emocionado profundamente: después del programa me han regalado la escaleta. El guión con el que enfrentan su trabajo para Radio Oasis todos los sábados de cinco a seis de la tarde. Ese guión que luego escenifican, intercambian, disfrutan, porque Jorge y Andrés saben hablar y hablarse, vivir lo que cuentan, dialogar entre ellos y con el técnico, Gonzalo Grande, siempre atento a sus gestos.

El edificio de ladrillo del centro juvenil de Garrido está lleno de risas y niños en una tarde soleada. Allí, entre paredes acolchadas y con muchas, muchas ganas, Jorge y Andrés hacen su programa para Radio Oasis, una emisora comunitaria que se ofrece como una plataforma de la JOCECYL para gente que no tiene experiencia radiofónica y sí muchas ganas. Pero Andrés y Jorge, Jorge y Andrés, que querían hacer un blog tecnológico, suplen su falta de veteranía con ganas y un insólito conocimiento de las novedades del mundo digital. Y no les falta humor, su crónica de la "cutre" gala de Google del 4 de octubre es memorable, y todo desde una juventud insultante? A ver, si yo le he dado clase a Jorge el curso pasado ¿Llegan estos chicos a los quince años? Me temo que o no o casi. Jovencísimos, sobradamente preparados, con ganas, muchas, muchas ganas.

He sido la profe de Jorge Vicente en el IES Mateo Hernández. Tiene lo que yo busco en un alumno: interés, ganas, curiosidad? y si encima lo une a capacidad de trabajo y una alegría contagiosa, perfecto. Y Andrés es igual, los dos levantan este programa documentándose muy bien, enfrentando con seriedad su trabajo, la escaleta lo demuestra, nada queda al azar, a la improvisación. Y si alguna vez se confunden o no vocalizan bien, eso resulta que nos pasa a todos? porque lo demás lo suplen con creces. Comentan las novedades tecnológicas y están al cabo de la calle de todo, hacen bromas, eligen una música excelente, manejan perfectamente los tiempos? y divulgan su trabajo a través de las redes sociales. Una nueva forma de hacer radio, una nueva forma de mirar de otro lado? el lado de quienes nacen prácticamente con un dispositivo digital en las manos y hablan en esa curiosa jerga de siglas, palabras inglesas y marcas que son ininteligibles para los menos avezados. Pero ahí están ellos, preguntando, explicando, mostrando con entusiasmo lo que les gusta la tecnología, y sobre todo, atentos al invitado. Una invitada, en mi caso, poco avezada en estas lides pero segura de que toda novedad no es mala en sí misma, sino que es su uso por parte de quienes no tienen más móvil que el abusar de los demás lo que convierte a la tecnología y a las redes sociales en un medio para agredir y destruir.

¿Libro digital o en papel? ¿Qué uso le das a las nuevas tecnologías en clase y en tu vida diaria? ¿Qué harías contra el bullying? Escuchando a Jorge y a Andrés recuerdo la eclosión en los años noventa de revistas universitarias y sobre todo, el trabajo de un par de músicos que trataban de mostrar el panorama salmantino a través de un fanzine "El mes", de artículos en "La Gaceta" y "El Adelanto", y de un programa de radio. Todo era válido en aquellos tiempos casi sin ordenadores para hablar de aquello que nos apasionaba, el empeño, la ilusión que no los medios, eran los mismos. Disfrutar comentando aquello que nos apasiona, comunicar, compartir, divulgar. Con la misma alegría, la misma generosidad, la misma entrega y ese gesto tan hermoso de regalarme, al final del programa, la escaleta. El guión de su esfuerzo, la guía de su trabajo, ese trabajo con el que disfrutan y hacen disfrutar.

Jorge y Andrés me han recordado que por mucho que hablemos de ninis o jóvenes desalentados, la realidad no ha cambiado tanto. Siempre ha habido quienes tardaban más en enfrentarse con la vida y quienes estaban muy seguros de lo que les gustaba y deseaban compartirlo con valentía y con ganas. Siempre. Por eso hoy en las escaleras de este centro social me encuentro con de mis alumnos, hoy en la universidad, que viene a pasar la tarde con los niños como guía scaut. Por eso salgo con una sonrisa a la calle bajo este sol atípico con la escaleta de la mano y una enorme sensación de orgullo. Porque son más los que ven la vida de otro lado, porque hay que decirlo alto y claro, y porque tengo que ponerme las pilas y saber algo más de lo que es una APK, la verdad.

Charo Alonso