POR PACO CAÑAMERO
Lucía un sol otoñal que era un delicia y mientras La Sagrada esperaba la llegada de Álvaro de Arriba, sus gentes formaban corro embargados por la felicidad ante el hijo pródigo que regresaba tras ser admirado en todo el mundo. Era el homenaje popular de un pueblo a un atleta olímpico nacido en esa localidad, donde vivió los primeros años de su vida, hasta que comenzó la edad escolar y su familia se trasladó la vecina villa de La Fuente de San Esteban.
La Sagrada, pueblo marcado por la nobleza de las encinas que clavan sus raíces en el fondo de los siglos, vibró con Álvaro de Arriba en la pasada Olimpiada de Río, previamente en el Campeonato de España que conquistó o en todas las carreras que disputa quien es la mayor promesa del atletismo europeo. Por eso, en el recibimiento popular de hoy, esa pequeña localidad de la comarca de La Huebra, ha vuelto a sentir la pasión de quien ve a los suyos triunfar allá donde están.
Llegó Álvaro -que venía acompañado de su novia- sonriente y feliz, repartiendo saludos a amigos, vecinos y familiares. Transmitiendo su fuerza a toda la gente que no dejaba de recordarle anécdotas de su niñez. Y a los niños, a quienes brillaban los ojos al observarlo con tanta admiración
Comenzó el acto con la palabra de Florita Martín, alcaldesa de La Sagrada, que tanto ilusión ha puesto en agasajar a Álvaro. Florita le dedicó una bellas palabras, dichas con parsimonia y dictadas por el corazón, recordándole la infancia, los amigos de esos días azules y diferentes hechos que lo marcaron, "gente como tu Álvaro hace que sintamos más orgullo aún por nuestros orígenes y ojalá sigas triunfando, pero sobre todo nunca dejes de ser tan persona como eres". Al finalizar le entregó una placa recordatoria y también un ramo de flores a Ascen López, la madre del atleta. Inmediatamente habló Carlos Navarro, alcalde de Tamames y presidente de la Mancomunidad 'Las Dehesas' ?a la que pertenece La Sagrada-, quien también elogió a Álvaro "porque es un orgullo de nuestros pueblos y un ejemplo en el que debe mirarse nuestra juventud".
Antes de acabar el propio protagonista se dirigió a los presentes, "es un día muy especial estar al lado de la gente que conviví desde niño y todo un detalle del pueblo donde me crié, que haya tenido esta consideración conmigo. Prometo seguir superándome para alcanzar mejores metas y haceros felices", fueron el punto final de un acto seguido por cerca de doscientas personas, entre ellas totalidad del vecindario de La Sagrada, al igual que gente de los pueblos de la zona, varios alcaldes de localidades vecinas y amigos del atleta. En lugar discreto y haciendo gala de su humildad natural se encontraba sus padres, Avelino y Ascen, que no podían ocultar la felicidad, al igual que Jaime, su hermano y Juan Carlos Fuentes, su entrenador.
Para finalizar el Ayuntamiento agasajó a los presentes con un convite, momento que los presentes aprovecharon para sacarse fotos junto a Álvaro de Arriba. Lo hacían bajo ese sol otoñal que era un delicia y recibió al Olímpico en sus orígenes para recoger la admiración popular de quienes lo vieron correr de niño y ni echándose a soñar podían pensar que aquel rubiales sería una estrella del deporte.
