Los calores veraniegos del PP

Tras la investidura fallida de Mariano Rajoy, le han entrado los calores veraniegos al PP. Más bien diríamos que esos calores son propios del vicesecretario general de Organización del PP, el zamorano Martínez-Maíllo. Bien conocido por sus intereses políticos y económicos en Castilla y León, especialmente en Salamanca y Zamora, Maíllo, sacó pecho en las negociaciones con C´s. Iba de experto y de jefecillo de la cosa, como si de un juego de trileros se tratara. Y sabía que con él, el PP saldría victorioso de ese acoso que CTropic de Publico.ace bien poco y se definio en las utimas leccioens como un partdiocontra la corrpicion y x del buattsismo.conw´s intentaba sobre Rajoy.

No importa que los populares, como gobierno del país, hayan esquilmado "la hucha de las pensiones", dejando patitieso el Fondo de Reserva de la Seguridad Social; ni que el déficit público y privado de España se haya disparado desorbitadamente, o que las pensiones peligren y exista una gran desigualdad social. Apelan ahora al sentido de la responsabilidad de Estado, a la estabilidad institucional. Y se les llena la boca de grandilocuencia y de vacuidad para implicar al PSOE a un pacto de investidura o de gobernabilidad. Poco sentido de eso que dicen ha tenido en el PP, en la crisis con las reformas austeras, con la corrupción, con la pobreza, con el empleo, con las pensiones...

Es verdad que el PP ha obtenido casi 8 millones de votos. Pero que no se cabree con España, ni despotrique del país que gobierna en funciones, porque nuestro censo electoral abarque más de 36 millones de votantes. Y, entre los españolitos que han acudido a las urnas, un 67% ha decidido no votar al PP, siendo Mariano Rajoy el político menos valorado desde hace ya cuatro años.

Ciudadanos nació, hace bien poco, y se definió en las últimas elecciones como un partido contra la corrupción y que iba a regenerar (¡) el bipartidismo. Y he aquí, que en menos de siete meses, ya se ha ofrecido a pactar y gobernar con los populares y con los socialistas, con los que sea, con tal de "pillar cacho" político y prebendas. C´s es como la Celestina de la política española, y más concretamente del bipartidismo y del Ibex 35. Cómo se les ve el plumero poquito a poco a los de Rivera. Ahora nos vienen con ambigüedades, con matices extraños, en eso de la corrupción, que si política, que si pública o privada, que si se mete la pata no es lo mismo que meter la mano. De risa y escándalo es su estrategia con el PP ¡Con los problemas que tiene España y se ponen a filosofar y definir lo que todos los españoles sabemos ya de sobra! Han negociado a espaldas de los verdaderos intereses de los españoles.

O sea, que han mareado la perdiz para luego aceptar las tesis del PP en los acuerdos. Se han bajado los pantalones ya que han ido muy lejos en rebajar sus exigencias primitivas, y todo ha quedado en agua de borrajas. Por ejemplo, los planteamientos de Ciudadanos, en temas económicos, de renovación en la ley electoral y aforamientos, son inviables para el PP. No hay dotación económica, según el pepero Martínez-Maíllo, para las medidas sociales que propugna C´s. Hay mucha fricción y ficción en las condiciones impuestas por C´s para dar el sí quiero al gallego; pero al final, tras los timoratos ultimátum, los de Rivera han tragado con lo que les "obligó" Mariano Rajoy. Y tan contentos todos porque lo habrán hecho por el bien de España. Estos políticos no quieren regenerar España, sino solo gobernar con sus desfasadas y raquíticas políticas socioeconómicas y mantener su privilegios.

Este tal Maíllo, principal jinete del apocalipsis rajoniano, es el que llevó la voz cantante en esta farsa, pues no sumaban los votos suficientes ni de investidura y menos de gobernabilidad. Solo se han dedicado a dejar pasar el tiempo y hacer como si pactaban algo. Alguna responsabilidad tendrán el PP (Rajoy) y C´s (Rivera) tras este paripé y fracaso que sabían de antemano, en vez de meter presión al PSOE, ajeno a sus políticas conservadoras.

Y claro, con tanta pantomima, a Martínez-Maíllo le ha dado un calentón de verano ?un gran golpe de calor? e insulta al actual primer secretario del Partit dels Socialistes de Catalunya, Miquel Iceta ?y a otros líderes socialistas y analistas políticos. Maíllo, el todoterreno de la política pepera, vilipendia a todos los que afirman, que además de su "dios Rajoy" ?y antes de ese regalito envenenado navideño de terceras elecciones? hay que explorar la posibilidad de un gobierno alternativo, o de candidatos distintos, incluso de independientes políticamente.

Y es que, tras este teatrillo negociador ?papel mojado para "ná"?, la investidura ha resultado fallida. Por tanto, Rajoy debería "irse por vergüenza torera", y por el bien de España. Y que no vuelva jamás el registrador de la propiedad a poner los pies en la Moncloa. Lo mismo podríamos decir de su vocero oficial en el Congreso, Rafael Hernando, que ha demostrado estos últimos días más dotes de "macarra" que de portavoz parlamentario.

Y a otro que se le ha subido el calor veraniego a la cabeza ?y a la boca? es a García Albiol. Este tiburón pepero de Cataluña, muy poco diplomático como bien sabemos, y algo bocazas, de verbo incontrolado, dijo eso de "A ver si tiene narices Pedro Sánchez de enviar a 36 millones de españoles a repetir elecciones el día de Navidad".

Lo dicho, que se vayan los cuatro a refrescar y que no vuelvan ni por navidades.