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Intervenciones de las autoridades en el acto institucional de homenaje a los represaliados
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80º ANIVERSARIO DE LA GUERRA CIVIL

Intervenciones de las autoridades en el acto institucional de homenaje a los represaliados

Actualizado 30/08/2016
David Rodríguez

CIUDAD RODRIGO | El acto institucional se desarrolló en el Salón de Plenos de la Casa Consistorial

En esta información recogemos las intervenciones de las autoridades en el acto institucional de homenaje a la Corporación Municipal y a todos los mirobrigenses represaliados en la Guerra Civil y la post-guerra, que se desarrolló en la mañana del martes en el salón de plenos del Ayuntamiento.

En el orden cronológico que tuvieron lugar, se presentan las intervenciones de: el alcalde Juan Tomás Muñoz (como apertura), el portavoz de Ciudadanos Joaquín Pellicer, el portavoz de Izquierda Unida Domingo Benito, el portavoz del PSOE Carlos Fernández Chanca, la portavoz adjunta del PP Carolina Paniagua, y de nuevo el alcalde Juan Tomás Muñoz.

También se incluyen las palabras pronunciadas por el alcalde en el acto desarrollado junto al monolito situado en la rotonda entre la Avenida de Arcachon y el Paseo de Carmelitas.

> INTERVENCIÓN DE APERTURA DEL ALCALDE JUAN TOMÁS MUÑOZ

Buenos días, en un día tan especial. Un día de justo reconocimiento, de reconciliación también, de recuerdo, de homenaje, aunque tardíos. Un día que esta alcaldía, que esta corporación municipal integrada por distintas formaciones políticas, al unísono, ha querido recordar a aquellas víctimas de la represión, a todas aquellas personas que fueron objeto de la barbarie, de la sinrazón, de la incivilidad y de la inoportuna y desacreditada venganza personal, que de todo hubo, más allá de otras consideraciones.

Hoy es un día señero que no queríamos, que no podía pasar desapercibido. Se están cumpliendo estos días 80 años de aquellos injustificados acontecimientos, de aquellas inadmisibles acciones, que lejos de lo que se piense con este tipo de actos, deben contribuir a cerrar heridas todavía abiertas entre los españoles, también entre los mirobrigenses. Por eso, gracias a cuantos estáis aquí, sumándoos a esta iniciativa de la actual corporación que pretende favorecer un mensaje de reconciliación, no de rencor, como algunos, tal vez asentados en ese rencor, intentan que prevalezca, Gracias especialmente a los familiares de los represaliados que hoy nos acompañan, de todos los que sufrieron los desmanes y las consecuencias funestas, demasiado cruentas, de una guerra incivil injustificada ?ninguna guerra puede justificarse- provocada por un golpe de estado a un régimen democrático, un caldo de cultivo que se perpetuó durante cuatro décadas y que todavía en ciertos sectores se intenta justificar.

Quiero dar las gracias también a los cuatro grupos políticos que conforman la actual corporación municipal por atender y entender el sentido de este acto de homenaje y recuerdo a los nueve miembros de la corporación municipal que fueron represaliados, ejecutados sumarial o extrajudicialmente, en los primeros meses de la guerra civil tras la elección del régimen democrático surgido de las urnas en 1936 y que determinó el nombramiento de gestoras municipales provisionales, eligiendo, en nuestro caso, al abogado y ex alcalde ?lo había sido durante varios meses entre 1923 y 1924- Manuel Germán Nicolás Martín Cascón, como primer regidor, como alcalde de Ciudad Rodrigo.

Sirva esta salutación, esta introducción de este acto en recuerdo y homenaje a aquella corporación municipal, de reconocimiento inicial a aquellos ediles comprometidos con Ciudad Rodrigo y a los que apenas les dejaron unas semanas para ejercer sus funciones como gestores públicos por mor del incivismo, de la necedad, del egoísmo, de la venganza personal y de la fuerza de las armas de unos individuos que tuvieron la capacidad sobrevenida de amedrentar y subyugar durante décadas a toda una sociedad, pero especialmente a los familiares de los represaliados, algunos de los cuales hoy se encuentran entre nosotros.

Quisiera ahora darle la palabra a los distintos portavoces de esta corporación municipal para que se sumen a este simbólico acto contra la represión y en homenaje, no solo de la corporación municipal que entonces estaba al frente del Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo, sino de cuantos mirobrigenses y familiares fueron también objeto de aquella brutal represión con todos sus ingredientes. Y anunciarles, finalmente, que al concluir estas intervenciones se procederá al descubrimiento de una placa conmemorativa en la galería alta de esta Casa Consistorial y que, con posterioridad, nos desplazaremos a la rotonda del Paseo de las Carmelitas para continuar con el programa previsto.

> INTERVENCIÓN DEL PORTAVOZ DE CIUDADANOS JOAQUÍN PELLICER

Nos encontramos reunidos en el salón de plenos de este ayuntamiento con objeto de hacer justicia a quienes hace 80 años, precediéndonos en el cargo que hoy estamos desempeñando, perdieron la vida precisamente por hacerlo, por ejercer como representantes políticos de los ciudadanos de acuerdo con sus ideas y por la defensa de la legalidad.

Es este, por tanto, un acto de reconocimiento y celebración de los valores que ellos defendieron y que afrontamos desde un espíritu reconciliador. No se trata para nada de un acto de revancha, enfrentamiento o un intento de reabrir viejas heridas, más bien lo contrario cerrarlas definitivamente. El mejor homenaje es vivir las ideas, mirando la historia sin dogmatismos pero con respeto.

Se trata, como alguien dijo, de un acto simbólico y emocional para cerrar en términos de justicia un episodio de la historia, apostando por la convivencia, la fraternización y el futuro, ya que, la lucha por este, nos hará fuertes si reconocemos y homenajeamos a los que nos precedieron y perdieron la vida en esta labor.

Acabar con el desamparo y restituir la dignidad de los represaliados y sus familias forma parte del más elemental sentido de la justicia y es por eso que nos hemos reunido aquí.

Hace 80 años moría fusilado Manuel Germán Nicolás Martín Cascón. Y posteriormente le seguirían los

Concejales:

Eugenio Cerezo Hernández.

Victoriano Gómez Hernández.

Santiago González de la Iglesia.

Ángel Grimaldos Mújica.

Ángel López Delgado.

Aquilino Macario Moro Ledesma.

Francisco Oliva Pastor.

Pablo Santos Sánchez

Sirva este sencillo homenaje para acabar con la deuda de reconocimiento que tenemos contraída con ellos desde entonces.

Muchas gracias

> INTERVENCIÓN DEL PORTAVOZ DE IZQUIERDA UNIDA DOMINGO BENITO

Excelentísimo señor:

Le escribo esta carta con amor.

Sin el más mínimo odio o rencor, tengo que decirle que es usted el hombre que más daño me ha causado. Tengo mucho miedo al comenzar a escribirle: Temo que esta modesta carta (que me conmueve de pies a cabeza) sea demasiado frágil para llegar hasta usted; que no llegue a sus manos. Creo que usted sufre infinitamente; sólo un ser que tanto sufre puede imponer tanto dolor en torno suyo; el dolor preside, no sólo su vida de hombre político y de militar, sino incluso sus distracciones; usted pinta naufragios y su juego favorito es matar conejos, palomas o atunes. En su biografía, ¡cuántos cadáveres! en África, en Asturias, en la guerra civil, en la postguerra...Toda su vida cubierta por el moho del luto. Le imagino rodeado de palomas sin patas, de guirnaldas negras, de sueños que rechinan la sangre y la muerte. Deseo que usted se transforme, cambie, que se salve, sí, es decir, que sea feliz por fin, que abandone el mundo de represión, odio, cárcel, buenos y malos que hoy le rodea.

Así comenzaba la carta que en 1971, Fernando Arrabal, nombrado casi cuatro décadas después hijo adoptivo de Ciudad Rodrigo, dirigió a Franco. Arrabal, fue otro de los represaliados por el régimen franquista y a pesar de la intensa solidaridad internacional de escritores de la época como Arthur Miller o Samuel Beckett, vio su cuerpo en la cárcel y su obra completa prohibida en España durante mucho tiempo. Como él, miles de personas, decenas de miles entre ellos muchos mirobrigenses sufrieron en sus carnes la brutal represión del régimen franquista.

El proyecto franquista era el proyecto del exterminio de un sector de la población. El objetivo fue desde el primer momento el del genocidio político y social, y las órdenes que partían desde las cabezas del golpe de estado eran evidentes. El infame General Mola, quien aún hoy todavía mantiene honores públicos en distintos municipios de este país, firmaba la Instrucción Reservada nº1 de abril y mayo de 1936, en la que daba las siguientes órdenes.

"Producido el movimiento y declarado el Estado de Guerra, se tendrá en cuenta que la acción ha de ser en extremo violenta para reducir lo antes posible al enemigo, que es fuerte y bien organizado"

"En el primer momento, y antes de que empiecen a hacerse efectivas las sanciones a que de lugar el Estado de Guerra, deben consentirse ciertos tumultos a cargo de civiles armados para que se eliminen determinadas personalidades, se destruyan centros y organizaciones revolucionarios"

Por último, y para que veamos la intención genocida de la sublevación

"Es necesario propagar una imagen de terror? cualquiera que sea, abierta o secretamente, defensor del Frente Popular debe ser fusilado".

Para Franco, los sublevados y posteriormente para el franquismo, la defensa de la democracia y sus mecanismos, la defensa del orden constitucional y de las libertades públicas debía ser extirpado decididamente de nuestro país, costase lo que costase. Y así, una vez acabada la guerra, todavía quedaban horrores por llegar. Culminado el asalto violento al poder por quienes nunca creyeron en la democracia, entre 1939 y 1954, decenas de miles de personas fueron represaliadas, perdiendo su vida, sus propiedades o sencillamente condenándoles, a ellos y sus familias, a la más absoluta pobreza perpetua. Por eso, lejos de la equidistancia de quienes pretenden hablar de una guerra en la que hubo dos bandos, se hace extensivo el homenaje a quienes sufrieron, en Ciudad Rodrigo, la peor etapa de la represión de la dictadura, hasta el año 1948.

Hoy, el Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo da un paso que era más que necesario. Por fin, tras varias décadas desde la implantación de la democracia en que vivimos y después de una transición para algunos ejemplar y para otros, entre los que me encuentro, con demasiadas sombras, por fin, después de tanto tiempo, Ciudad Rodrigo se reconcilia con su pasado.

Estamos aquí para homenajear a la Corporación Municipal asesinada en los años de la represión que coincidieron con la Guerra Civil, pero también al conjunto de la población mirobrigense que fue represaliada de múltiples maneras durante los años siguientes por parte de un régimen, el franquista, que demostró ser inflexible y criminal.

Es el momento apropiado, aunque quizá tardío. Como digo, han pasado 80 años desde aquellos terribles actos que siguen estando presentes, como un puñal sangrante, en la memoria de nuestro país. Era necesario, y esa es la intención, que por fin las instituciones terminasen de entender la necesidad de ponerse del lado de las víctimas y no de los verdugos. Hoy Ciudad Rodrigo continúa dando pasos para que las referencias públicas las tengan ellos, quienes sufrieron el terror y sus familias, muchas de las cuales hoy, todavía les siguen buscando.

Dice nuestro amigo Ángel Iglesias que las tareas de la memoria democrática no se hacen por los muertos, pues los muertos, al menos para quienes no tenemos creencias religiosas, ni sienten ni padecen, ni necesitan, reitero que siempre según nuestra condición de agnósticos, más descanso. Quienes necesitan descanso son los vivos, los familiares que aún continúan buscando los restos de sus antencesores para darles justa y digna sepultura. Pero también el conjunto de la sociedad, que lejos de olvidar y desterrar lo ocurrido, debe recordarlo porque en el acto de recordar está la garantía del aprendizaje.

Hace algunos años, Jürgen Habermas escribió una serie de artículos para analizar la reunificación alemana, partiendo de la vivencia del nazismo como parte de una herida por cicatrizar. Frente al olvido, el gran filósofo decía que la historia no puede reprimirse ni echarse a un lado, al contrario, debe ser afrontada y mantenida abierta a exámen crítico permanente.

Actos como el de hoy nos permiten cerrar las heridas, curarlas, sanar nuestra conciencia colectiva como país y como municipio. Pero también recordar, aprender y mirar al futuro con ilusión y esperanza. La de que, sabiendo de donde venimos, no volvamos a repetir los mismos errores.

> INTERVENCIÓN DEL PORTAVOZ DEL PSOE CARLOS FERNÁNDEZ CHANCA

Condenado sin culpa, no diré palabra injuriosa ni vengativa contra el bando político que me arranca la vida, ni contra vuestro ejército?, sin vituperar esta causa ni la otra, sin enaltecer a ninguna de las dos, os digo que no derraméis más sangre de españoles. Guarda esta sangre para mejores y más altas empresas.

No defendáis con tesón tan extraordinarios derechos de príncipes o princesas, pues voy entendiendo yo que tanto valen unos como otros, y que cuando la cuestión se dilucide y haya un vencedor definitivo, habréis desangrado a vuestra patria, que es la legítima poseedora de todos los derechos.

Mientras ponéis en claro, a tiros, cual es el verídico dueño de la corona, negáis a la Nación su derecho a la vida, porque la estáis matando sus hijos y le destruís sus ciudades y le arrasáis sus campos.

Haced un país un país todo lo contrario de lo que representáis, haced un país donde sea verdad la justicia, donde sea efectiva la propiedad, eficaz el mérito, fecundo el trabajo.

Estas eran algunas de las reflexiones de un condenado a muerte, también en un verano del 36, pero no de 1936, sino de 1836, en plena guerra carlista. Las reflexiones de D. Beltrán, en los episodios nacionales de Galdós, un condenado a muerte del absolutista e intransigente general Cabrera, que se hizo famoso, por fusilar a todos los prisioneros que eran capturados por sus tropas.

100 años después España estaba en las mismas, las dos Españas, la España liberal y progresista que quería modernizar el país, que creía en la democracia y en la libertad, y la España conservadora y ultramontana, que no aceptaba ni la democracia ni la libertad.

Hace 80 años, el frente Popular ganaba las elecciones generales en el mes de febrero, y parte del ejército, y de las élites económicas y sociales no aceptaron esta situación, y se sublevaron contra el Gobierno legítimo de la República, y mientras se preparaba la convocatoria de unas elecciones municipales, se cambiaron los ayuntamientos con gestoras, por parte de los Gobiernos Civiles, por las que se puso al frente hombres capacitados y de ideas progresistas, y nunca sabrían, cuando aceptaron el cargo, lo caro que les iba a costar.

Nueve concejales que cuando fueron llamados en el mes de marzo a hacerse cargo del Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo, nunca imaginarían lo que les iba a pasar a los pocos meses.

Cuando estalla el Golpe de Estado, y se disuelve la Gestora del Ayuntamiento, allá por el 21/22 de julio de 1936, seguirían pensando que no les iba a pasar nada, ya que no habían hecho nada malo, ni siquiera en esta ciudad se había faltado al respecto al clero, ni se habían invadido fincas, es más, si se leen las actas de los plenos de esos escasos meses, su mayor preocupación fue siempre, el paro obrero y los más humilde; pero se confundían, ya que los sublevados, militares, falangistas, ultraconservadores tenían sed de sangre, querían extirpar definitivamente la libertad, la democracia, el progreso, querían volver a esa España para ellos inmutable, católica ortodoxa, de unos pocos, como lo habían intentado, y conseguido muchas veces, desde que Fernando VII adjuró de la Constitución de Cádiz, y así más de 100 años de lucha fratricida, como me he referido al principio.

Este homenaje, es un acta de dignidad y justicia, es un acto de reconocimiento a estas personas que solamente murieron por sus ideas, eran padres y maridos, eran trabajadores y comerciantes, eran gente normal, gente que se comprometieron con su pueblo, y les costó la vida.

No buscamos la confrontación o levantar viejas heridas, como nos dicen los que se oponen a este tipo de actos, sino simplemente un acto de justicia; ¿tarde?, quizá, pero 80 años después sus nombres pasarán de las actas a este sencillo recordatorio. Para que miremos todos al futuro, para que entre todos, con ideas distintas, trabajemos por una España, un país moderno, civilizado, donde la democracia y la libertad, nunca más se pongan en juicio.

Permítanme para finalizar, como portavoz del Grupo Socialista del Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo, en mi nombre, en el de los concejales de este Grupo Municipal y del Partido Socialista Obrero Español de Ciudad Rodrigo decir que estamos orgullosos de todos los socialistas de esta ciudad, de este país, que siempre han luchado por la libertad y el porvenir del país, algunos de estos homenajeados eran compañeros nuestros de partido, otros de partidos afines, de estos que fueron asesinados vilmente, de los que sufrieron cárcel y privaciones, y que siempre mantuvieron viva la fe en las personas, en España y en los valores socialistas, en el que nosotros nos hemos mamado estas ansias de libertad y progreso.

> INTERVENCIÓN DE LA PORTAVOZ ADJUNTA DEL PP CAROLINA PANIAGUA

Nos trae hasta aquí, hoy, el recuerdo y homenaje a nueve de las personas que fueron víctimas de una contienda bélica que tanto mal ha traído a nuestra Nación. La Historia de nuestra ciudad, Ciudad Rodrigo, como parte de España, está plagada de sucesos tristes, de acciones violentas. La Historia de España en el siglo XX, como toda la Historia Universal, se enmarca en un clima de profundos contrastes: a la vez que fue el siglo donde más cotas de progreso para la humanidad se consiguió, también fue el siglo donde más destrucción se provocó, y donde los motivos ideológicos, políticos y religiosos fueron causa de destrucción al otro.

Dentro del conflicto bélico de la Guerra Civil española (del siglo XX), durante y después de ésta, lamentablemente las nueve personas que hoy homenajeamos no fueron las únicas víctimas de este horrible episodio de la Historia de nuestra ciudad. Hubo otros venerables mirobrigenses, de diferente ámbito y condición, que, sin ningún tipo de participación en el conflicto, murieron en otros lugares de España, tanto por motivos políticos, como "in odium fidei", es decir, por motivos religiosos.

"Guerra", según la RAE, es la "lucha armada prolongada entre dos o más bandos o naciones durante la cual se producen diversas batallas". Esa "guerra", a España, mucho más allá de las batallas de vencedores o vencidos, trajo destrucción, horror, sufrimiento, hambre, retroceso y muerte; sobretodo muerte. Si bien toda guerra es cruenta, las más cruentas son las guerras fratricidas, como la Guerra Civil española. Muerte que no perdonó a madres, padres, hermanos, hijos, amigos? injusticia de por sí. Eso es lo que trae la guerra: muerte y desolación. Nadie gana, todos pierden?.

Desde nuestro Grupo político, del Partido Popular, manifestamos que nunca los ideales políticos o las creencias religiosas debieron enarbolarse como excusa para cometer tropelías de todo tipo, como sucedió con los integrantes de la Corporación municipal que hoy homenajeamos.

JOSÉ AGUSTÍN GOITISOLO describe de manera sublime esos momentos oscuros de la historia de España:

De pronto el aire

se abatió, encendido,

como una espada sobre la tierra! Oh sí!

Recuerdo los clamores!!!

Entre el humo y la sangre,

mire los muros

de la patria mía,

como ciego miré

por todas partes,

buscando un pecho,

una palabra, algo

donde esconder este llanto.

Y encontré sólo muerte, ruina y muerte, bajo el cielo vacío...

No podemos olvidar lo acontecido, pero no debemos anquilosarnos en aquellos hechos. Hemos de continuar con paso decidido hacia el progreso y el desarrollo de nuestra ciudad y de la Nación española, que debe avanzar tras conocer los errores históricos, de todos, para así no repetirlos.

He aquí la importancia de la Transición que nuestro grupo también quiere en este acto tener presente. Debemos proseguir la labor comenzada a finales de los 70 cuando recordemos "LA CONCORDIA FUE POSIBLE", en palabras de Don Adolfo Suarez. Hemos de conseguir que todos los mirobrigenses y españoles podamos seguir caminando hacia el futuro. Palabras, que siguen vigentes en pleno siglo XXI, para así no perder la dignidad humana que las contiendas bélicas arrebatan a cualesquiera que las sufra.

Palabras de concordia que, en el caso de Su Majestad, el Rey emérito Don Juan Carlos, en su discurso de investidura del 22 de noviembre de 1975, en un decisivo momento de la Historia de nuestro país pronunció, para dejar muy claro el rumbo a tomar. Él dijo:

"Esta etapa, que hemos de recorrer juntos, se inicia en la paz, el trabajo y la prosperidad, fruto del esfuerzo común y de la delicada voluntad colectiva.

Si todos permanecemos unidos, habremos ganado el futuro".

Desde aquí nuestro más sentido homenaje a todas las personas represaliadas que hoy homenajeamos; políticos mirobrigenses que integraban la Corporación municipal y que fueron castigados injustamente por sus ideas políticas. También, desde aquí, nuestro sentido homenaje a todos los mirobrigenses que, por sus ideas políticas y también religiosas, aquí o en otras partes de España, sufrieron la tiranía de pensar diferente del otro.

> INTERVENCIÓN PRINCIPAL DEL ALCALDE EN EL ACTO DE LA CASA CONSISTORIAL

Muchas gracias Joaquín Pellicer, Domingo Benito, Carlos Fernández y Carolina Paniagua, como portavoces de los cuatro grupos políticos que conforman la actual corporación. Gracias por vuestras valoraciones, también por vuestras aportaciones a este acto institucional.

Hablé antes, con un convencimiento personal, de que los cargos públicos tenemos la obligación de contribuir a cerrar heridas todavía abiertas en los españoles, mensaje fundamental de la no bien entendida Ley de Memoria Histórica, descafeinada en sus cometidos fundamentales por la falta de compromiso de los gobiernos estatal y autonómicos y las dudas sobre las competencias de las distintas administraciones en varias materias. Un mensaje que no todos lo entendieron así y la historia reciente de su aplicación está siendo jalonada, como se decía en un editorial de un periódico de tirada nacional, "de desencuentros, broncas, chapuzas de toda índole y, lo que es peor, una grotesca escenificación de las viejas diferencias que enconaron el conflicto entre españoles que se desató tras el golpe militar de julio de 1936".

Más allá de la insuficiente aplicación de la Ley de Memoria Histórica ?algún caso concreto tenemos en nuestro ámbito de acción que está impidiendo, de momento, recuperar los restos de más de una decena de represaliados, entre ellos supuestamente los de algún concejal ejecutado y aún en el catálogo de desaparecidos-, lo que hoy concita nuestra atención, el sentido de este acto, es el recuerdo y homenaje a la corporación represaliada que tomó posesión de sus cargos a finales de febrero de 1936 tras las terceras, y últimas, elecciones generales de la Segunda República, ganadas por la coalición de izquierdas denominada Frente Popular.

El también recién nombrado gobernador civil de Salamanca, Antonio Cepas López, designó la composición de la gestora municipal que estaría integrada por los ediles: José Montejo Hernández, Ángel Grimaldos Múgica y Manuel Martín Cascón en representación de Izquierda Republicana; Aquilino Moro Ledesma, Eugenio Cerezo Hernández y Ángel Herrero Cascón, integraban la representación del partido Unión Republicana; mientras que el resto de miembros de la gestora representaban al Partido Socialista Obrero Español, cuyos nombres eran Pablo Santos Sánchez, Victoriano García Hernández, Francisco Oliva Pastor, Ángel López Delgado y Santiago González de la Iglesia. En total, 11 concejales.

La gestora municipal había nombrado al abogado mirobrigense Manuel Germán Nicolás Martín Cascón, de 41 años de edad, alcalde de Ciudad Rodrigo. Los problemas con la aplicación de la ley de reforma agraria llevaron a enfrentamientos en el seno de la corporación, especialmente del doctor y otorrino José Montejo Hernández con el alcalde y otros ediles, lo que determinaría en última instancia su dimisión a pocas semanas del golpe militar del general Franco. Tal vez esa fricción con el seno de la corporación municipal y el amparo de ciertos sectores le permitieron escabullirse y mantenerse como el único miembro de aquella gestora municipal nombrada en febrero de 1936. José Montejo moriría en democracia, en 1987, en Salamanca.

El resto de la corporación no contó, ni mucho menos con la misma suerte. Cierto es que no fue pasado por las armas el joven mogarreño -33 años- Ángel Herrero Cascón, de la Unión Republicana. No hacía falta, ya que estaba incurso en una grave enfermedad ?una meningitis tuberculosa, según el acta de defunción- que le causaría la muerte el 28 de agosto de 1936. Pero el resto de los miembros de la comisión gestora fueron ejecutados, empezando por el bodeguero, creo que natural de Villanueva del Conde y concejal de Unión Republicana, Eugenio Cerezo Hernández, de 39 años, fusilado el 11 de agosto de 1936; y concluyendo con el orensano Ángel López Delgado, comerciante ambulante y militante del Partido Socialista, ejecutado en junio de 1937, después de una macabra peripecia tras huir herido de un primer fusilamiento y refugiarse durante un año en la alquería hurdana de Riomalo de Arriba.

Hoy, y por eso hemos elegido esta fecha para este acto de reconocimiento, de recuerdo y homenaje a la corporación municipal de 1936, se cumplen 80 años ?fue a las seis de la mañana del 30 de agosto de 1936 en las tapias del cementerio de Salamanca- del fusilamiento del que fuera alcalde de Ciudad Rodrigo, Manuel Germán Nicolás Martín Cascón, y de su compañero corporativo, el sastre Aquilino Macario Moro Ledesma, el primero de Izquierda Republicana y el segundo representante de la Unión Republicana.

El 12 de abril de 1986, cuando se iban a cumplir 50 años de la ejecución sumarial de Manuel Martín Cascón, el entonces alcalde de Ciudad Rodrigo, el también socialista Miguel Cid Cebrián, cumpliendo el mandato epistolar del alcalde republicano que hizo llegar, estando en capilla, a un familiar, carta en la que afirmaba que "moriré tan cristiano como nací. Si es posible que pasado el tiempo se identifiquen mis restos, es mi deseo que los llevéis para que descansen en el cementerio de Ciudad Rodrigo", digo que aquel alcalde democrático socialista procedió a cumplir aquel deseo y trasladó e inhumó en el cementerio de nuestra ciudad a Manuel Martín Cascón, al tiempo que se impuso a su esposa Ángela Risueño Angoso, ya sin vista y con precaria salud a sus 90 años de edad, la conocida como Medalla de la Ciudad, una distinción que sobremanera agradeció la familia, especialmente sus hijos, que tuvieron conocimiento de la existencia de esa carta y de aquellos deseos en 1985, casi 50 años después de la ejecución del citado alcalde mirobrigense.

Y es que el miedo a la continuidad de las represalias ?no sólo la represión era física, sino que escalaba territorios intrínsecos a la subyugación social y económica-, hacía que el miedo y el silencio ?como si hubiera autoinculpación- se imponían como trasunto de la referencial obra lorquiana, cuando Bernarda Alba imponía el silencio a sus hijas. Y así nos ha ocurrido con otro de los ediles represaliados y del que no hay constancia de su paradero, el socialista Pablo Santos Sánchez, de profesión hojalatero ?como dato anecdótico, era tío del torero mirobrigense Manolito Santos-, desaparecido el 16 de octubre de 1936 y que posiblemente sea una de las víctimas represaliadas y enterradas en el Valle del Lagar, en las inmediaciones del anejo de Pedrotoro.

Quiero terminar mi intervención agradeciendo el sentido institucional que se ha querido y podido dar a este acto gracias a la participación de los partidos políticos que integran esta corporación municipal, abundando en el deseo de la necesidad de contribuir a cerrar heridas todavía abiertas entre los españoles, con un mensaje de reconciliación, nunca de rencor, pero con el sentido más profundo de reconocimiento a las víctimas de la represión de nuestra incívica guerra, a todas las víctimas, más allá de partidismos y banderizos, siempre desde el respeto, un respeto que también pido, y de forma expresa, para quienes, desde las distintas asociaciones por la memoria histórica, vienen haciendo esfuerzos para lograr estos fines. Muchas gracias y pasamos a descubrir la placa conmemorativa de esta efeméride.

> INTERVENCIÓN DE CIERRE DE LA MAÑANA DEL ALCALDE JUAN TOMÁS MUÑOZ

Con brevedad, después de esta actuación musical, y como colofón a este acto que ha contado, por así decirlo, con dos partes -la institucional celebrada en la Casa Consistorial y la que ahora estamos desarrollando-, quisiera agradecer la colaboración recibida de cuantas personas y colectivos han intervenido en la conmemoración de esta efeméride, con una especial distinción al profesor e investigador Ángel Iglesias Ovejero, autor del libro referencial sobre la represión franquista en el sudoeste de la provincia de Salamanca y que hace unas semanas fue presentado y que ya está agotado.

También mi reconocimiento a cuantas personas vienen trabajando en poner negro sobre blanco sobre esa época que se ha pretendido desterrar, menospreciar y cerrar en falso. Y, cómo no, mi reconocimiento y el del pueblo de Ciudad Rodrigo a todas aquellas personas que, directa o indirectamente, fueron víctimas de la represión tras el golpe militar del general Franco, especialmente a esos 70 mirobrigenses ejecutados en los primeros años de la Guerra Civil y a los cientos que sufrieron las mismas consecuencias en la comarca de Ciudad Rodrigo y a los que hemos recordado con la ofrenda floral realizada en el monolito que sirve de memorial a las víctimas de la represión.

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