Tras la ceremonia oficiada por Sindo, sacerdote hijo de la localidad, los asistentes asistieron a un convite de lo más popular
Con motivo del cincuenta aniversario de su matrimonio, Manuel José y María Teresa celebraron ayer domingo sus bodas de oro en Pelarrodríguez con una intensa jornada cargada de emotividad y alegría acompañados de sus familiares y amigos. A estos se sumaría el pueblo al completo, cuyos vecinos se vistieron de gala para el acontecimiento.
El día comenzó con una misa solemne oficiada por Sindo, sacerdote hijo del pueblo que llegó desde Valladolid para oficiar la ceremonia. Una vez renovados los votos, los asistentes estaban llamados a un convite de lo más popular, finalizando el día con una comida familiar en un restaurante de la zona y que ponía fin a un día de fuertes emociones y recuerdos.