La fábrica de bioetanol de Babilafuente, parada desde abril, espera una solución
Planta de bioetanol de Babilafuente
Abengoa ha conseguido vender la fábrica que poseía en Rotterdam, pero la de Babilafuente continúa paralizada y con un futuro incierto
Más de dos meses después de que se paralizase la actividad en la fábrica de bioetanol de Babilafuente, sigue sin vislumbrarse una solución para la situación de la planta, a pesar de que Abengoa sí ha conseguido vender la fábrica que poseía en Rotterdam. La situación mantiene a la espera a los trabajadores, que afirman tener miedo por el futuro de sus puestos de trabajo. La plantilla se va reduciendo poco a poco a medida que llegan a su fin los contratos temporales y de prácticas.
La paralización de la fábrica no solo afecta sus trabajadores sino que también se hace sentir en Babilafuente, donde ya no es tan frecuente ver camiones aparcados mientras sus conductores comen en los bares de la localidad, lo que repercute claramente de forma negativa en la economía local.
Según explican los propios trabajadores, la multinacional abona puntualmente sus salarios, pero se muestran preocupados al desconocer cuál va a ser el futuro de la fábrica y, por tanto, el de sus puestos de trabajo. La venta de la factoría situada en Rotterdam les ha dado un soplo de esperanza puesto que demuestra cierto movimiento en Abengoa, y esperan que la de Babilafuente reciba una solución pronto.
La sección de la fábrica más afectada por la crisis de la multinacional está siendo Abengoa Research, encargada de la investigación. Su plantilla está disminuyendo constantemente, pues los empleados con contrato temporal no son renovados.
La venta de la fábrica de Rotterdam, una de las mayores biorrefinerías de Europa y con una capacidad de producción que duplica a la de la planta de Babilafuente, fue conocida el pasado viernes. Alcogroup, dedicada a producción y comercialización de etanol, ha sido la compradora, tras encontrarse cerrada desde el 11 de mayo.