El Museo de Salamanca recibe dos cuadros del artista y pintor Zacarías González
Ambas obras fueron recibidos por la dirección del centro con los brazos abiertos y se integrarán en la colección permanente (GALERÍA DE FOTOS)
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El delegado territorial de la Junta de Castilla y León en Salamanca, Bienvenido Mena, ha recibido este martes, junto al director del Museo de Salamanca, Alberto Bescos, dos cuadros del artista y pintor Zacarías González donados desinteresadamente por la Asociación de Amigos del Museo de Salamanca, que preside José María Benéitez. Las obras de arte pasarán a integrar la colección permanente del centro salmantino.
La Asociación de Amigos del Museo de Salamanca se fundó a mediados de los 80 y durante casi 20 años desarrolló una importante difusión de las actividades del Museo, además complementar su programación y contribuir a la organización de eventos. Ahora, tras unos años inactiva se replantea su refundación y antes de hacerla efectiva sus miembros han querido dar la centro dos cuadros del pintor Zacarías González que pasan a formar parte de los fondos del centro museístico.
Bienvenido Mena agradeció a la Asociación el cariño y dedicación que ha demostrado por este Museo de Salamanca y por la cultura y su difusión. "En la tarea de conservar y difundir el patrimonio cultural, los gobiernos encontramos un aliado fundamental en las asociaciones de amigos de los museos, reconocidas en nuestra ley autonómica de museos.
Las dos obras que se han donado se expondrán como 'Pieza del Mes' hasta el 6 de marzo. Se trata de dos cuadros correspondientes a dos fases diferentes de la trayectoria profesional del pintor salmantino, la 'abstracta informalista', de 1960, y la 'segunda figuración' de 1979.
La primera obra es similar a las realizadas en el periodo de los años 60, con elementos verticales delimitados en un fondo pasivo y la figura destacada por algunos elementos de vivo cromatismo. La segunda obra es una vuelta a la figuración de un artista que ya ha pasado por la abstracción por lo que los elementos reales representados adquieren nuevos niveles y son incluidos como elementos cargados de significados relativos a la personalidad del autor, objetos que se repiten en muchas de sus obras de este periodo, finales de los 70.
Fotos: Alberto Martín