El mago de al lado

En estos tiempos de amnesia y otras ingratitudes, no podemos, ni queremos, olvidarnos de las personas que en algunos de nuestros pueblos pueden conjurar con sus artes el mal de ojo, las nubes de las vacas, las verrugas...

Tampoco se nos cae de la memoria el culto a las ánimas, que nos recuerdan en algunos municipios serranos las "mozas de ánimas" con el toque de campana en las anochecidas, para pedirle a las gentes de buen corazón que rueguen a Dios por las ánimas del purgatorio.

Por eso recomendamos a propios y extraños que conozcan a los saludadores de esta tierra; saben más que Merlín y pueden sacar un alma del purgatorio; interpretar las señales de la buena suerte (encontrar una herradura de caballo, mariposas blancas, gatos blancos, comer el garbanzo negro...); y de la mala (mariposas negras, un moscardón volando en la puerta, tizones de punta, tijeras abiertas sobre la mesa, un espejo roto, gatos negros, derramar la sal o pasar por debajo de una escalera); ver bailar a las brujas la noche de San Juan; encontrar la piedra del rayo; adivinar cuando va a llover; desenmascarar a los hechiceros y encantadores que se esconden en los remolinos de polvo; y espabilarnos las entendederas para que cuando nos zumben los oídos sepamos que las brujas y los brujos de medio pelo andan cerca.

Estos sanadores o saludadores son fácilmente reconocibles; nacen con una cruz debajo de la lengua o en el paladar, distinguen las plantas silvestres que curan afecciones y ruineras, y si se les requiere pueden aliviar las dolencias de los humanos y proteger al ganado de sus muchos males.

Y ya puestos, ahora que el pueblo soberano ha enviado sesenta y nueve representantes al Congreso de los Diputados (alguien debería explicarnos si los otros doscientos ochenta y un padres de concilio son de designación real, digital o episcopal), es el momento de mandar a Madrid a estos mágicos personajes (a los bien dispuestos), para que auxilien a los políticos modorros afectados de calentura, y de paso les ayuden a conjurar los problemas que han creado.