Valladolid retira el monumento a Onésimo Redondo para su traslado a Salamanca

Uno de hormigón y otro natural, en el cerro donde se asienta el monumento a él dedicado en Valladolid, el líder falangista Onésimo Redondo está aupado sobre dos pedestales de los que se apeará a partir de la próxima semana cuando comiencen los trabajos de desmontaje ordenados por el Gobierno de España.

Operarios de la empresa Construcciones y Desmontes Ribera Navarra, domiciliada en Cintruénigo (Navarra), vallarán el recinto desde este lunes e instalarán las casetas de obra para desmontar las cinco esculturas que inauguró el 24 de julio de 1961 el entonces caudillo, generalísimo y jefe del Estado, Francisco Franco, como publica El Norte de Castilla.

Han transcurrido cincuenta y cinco años en los que no han faltado agresiones contra los bronces erigidos en el Cerro de San Cristóbal, especialmente con la entrada de la democracia, y peticiones para su demolición que tomaron carta de naturaleza jurídica con la aprobación de la Ley de la Memoria Histórica, a partir de 2007.

Ajenos a todo ello, la empresa navarra encargada del desmontaje y demolición del pedestal de hormigón acometerá este trabajo «como cualquier otro, uno más, porque tenemos una amplia experiencia», en coordinación con el Gobierno para poder trasladar las cinco figuras, en las debidas condiciones de seguridad, hasta un almacén en Alcalá de Henares (Madrid), antes de su definitivo traslado al Centro Documental de la Memoria Histórica, en Salamanca.

Esas esculturas, fundidas por Manuel Ramos y amparadas por un yugo y flechas de grandes dimensiones, son un campesino, un estudiante, un obrero, un combatiente y el propio Onésimo como síntesis de todas esas figuras (estudió Derecho en Salamanca, dirigió el Sindicato de Cultivadores de Remolacha de Castilla la Vieja y murió en una refriega frente a milicianos al comienzo de la Guerra Civil).

EL NORTE DE CASTILLA