Vivo sin vivir en mí

¿No quisiera que nadie se diera por aludido en mis próximas palabras, o más bien es lo que quiero?, con tanto desorden social tengo la sensación de que vivo un mundo que no es el mío. Vivo, parafraseando a un clásico, sin vivir en mi.

En esta carrera de la vida , pensé que había visto, oído y sentido casi todo. Nada mas lejos de la realidad.

En un país, mi país, España, dónde la democracia esta instaurada con mucho mas de medio siglo a la espalda, dónde se presupone una cultura, un orden social de " primer mundo", aparece una pandilla de fenómenos transgresores, por interés, que se autoproclaman independientes, como si de una republica bananera estuviésemos hablando. Y cuando la primera jugada le sale mal, para eso tienen un entrenador de primera línea, van a por la segunda. ¡Lo ponía en la pizarra antes del partido! Y en unas elecciones que mas bien se parecieron a unas erecciones con viagra, por lo artificial de los acuerdos, nombran a un presidente que es la marioneta del que no quieren nombrar, por que a los ínclitos, lo de " Mas " le suena a cantidad y estos quieren ser minoría.

La tragicomedia no ha hecho más que empezar. El títere protagonista por un error muy consensuado, se proclama presidente saltándose la constitución que rige el país dónde vive, pasándose al rey por el arco de su ¿hombría? Y ante estos hechos consecuencia cero.

Claro está que con los antecedentes de todos los que se han llevado hasta las telarañas de la caja fuerte, los que han hecho cursos acelerados del inem de ilusionismo y escapismo, los luchadores de arena en pos de un futuro mejor? perdón de su futuro mejor, ya pocas cosas me extrañan o sorprenden.

A mi ya no me sorprende el uso de los impactos visuales , con un lactante en el senado, en el congreso o en la mina si vienen de determinados sectores. No me sorprenden las músicas de verbena, las cabras en las escaleras ni lo perros bailarines. No me sorprenden las diatribas de Facebook, ni los manejos de cualquier red social dónde , hay que reconocerlo, son genios del momento. No me sorprende el licito deseo de manejar el mundo aunque ese mundo ni le interese ni sea el suyo, o eso dicen. No me sorprende la sonrisa "profiden" constante, eso ya nos lo enseño "la Pantoja" y miren dónde habita.

Lo que si me sorprende es la dejadez de los que nos dejamos la vida trabajando por un futuro mejor, los que cada día nos adentramos en las arenas movedizas de los negocios que desde ese 20 de Diciembre son más movedizas y menos arenas, los que no tenemos tempos en nuestro tiempo, los que tenemos la obligación de mirar hacia delante para no ver lo que dejamos atrás, o sea usted y yo. Los otros no se cuantos mil, o millones, debaten sobre cosas históricas sin remedio y se olvidan del presente que nos llevara a un futuro dónde no habrá pasado.