NEOLIBERALISMO, MERCANTILIZACION Y TERRORISMO
Pensad, pues "No hay nada más poderoso que una idea", Marx
Parece que los islamistas radicales se han manifestado en contra del mundo occidental en forma de una gran cruzada, en contra del cristianismo, religión con un dogma tan retrogrado que siempre ha puesto en juego por si misma su propia integridad, desde que a Dios se le asignó la categoría de hombre y a la puta y pecadora la de mujer. Con esto no estoy justificando la acción de los primeros. Pues no me considero violenta, dicen que hay que estar unidos contra del terrorismo.
Sin embargo, esto viene desde que los países que se creían con la hegemonía mundial, aquellos oligarcas elitistas, dueños del mundo, decidieron atacar primero, pues lo importante era aquella materia prima que permitía a estos seguir construyendo el gran sistema, este gran sistema; un mundo sumido en los intereses del dinero, del euro, del dólar. Un mundo sumido en un sistema capitalista basado en la inversión de capital, en un mundo mercantilizado.
Un mundo en el que la explotación del obrero es clave para los de arriba. Un mundo en el que no existen valores éticos, ni unos férreos e intocables derechos sociales. Un mundo en el que las personas se consideran mercancías, que se usan como fuerza productora para conseguir un beneficio económico. Se trata de un mundo neoliberal.
Quizás muchos de vosotros no entendáis este término, algo totalmente normal en una sociedad como la de hoy, en la que prevalece el valor del botox sobre el de la palabra. En un mundo en el que nos han quitado el diccionario, el único poder al que puede agarrase la gente decente. Nos lo han quitado esos carceleros, que nos ponen día tras día trampas. Trampas en las que nos hacen experimentar dolor, muerte y sacrificio, miedo. Ese miedo que no es más que una herramienta política, una herramienta del poder político y financiero, para mantener esclava a la mano que les da de comer, sumisa, con rasguños que reflejan el cansancio pero a veces también la dignidad. Solo a veces, pues también nos la han quitado.
Volviendo al concepto de neoliberalismo, es fácil de explicar. Es tan sencillo como que es un sistema económico que utiliza una minoría para enriquecerse a costa de los de abajo.
Es un sistema basado en dos grandes pilares, la competitividad y el individualismo, concepto antagónico a la cooperatividad. El problema es que estos conceptos se han extrapolado a todos los aspectos de la vida. Vemos como la gente compite con sus Iphones, como compiten por ser más o menos guapos o por llevar la ultima chaqueta del mercado. Interpretamos la vida como una lucha de todos contra todos; herramienta que utilizan para tratarnos como mercancías. Mercantilizan la sanidad, la educación e incluso el ocio. Nos resulta más fácil imaginar el
fin del mundo que el fin del capitalismo. Somos incapaces de desmercantilizar el sistema, un sistema consumista.
Nos han convencido de que las soluciones individuales son las correctas, pero lo que realmente nos ha traído hasta aquí es la cooperación. Tenemos un seguro biológico de supervivencia, que es la reciprocidad. Tenemos empatía. Viene codificada en nuestro genoma. Y esto no lo digo yo, ya lo dijo Lynn Margulis, bióloga estadounidense. Sin embargo el sistema capitalista a alienado este gen, lo ha silenciado. Nos hemos vuelto locos.
¿Qué ocurre con esa gran cantidad de residuos generados en la fabricación de todo lo que consumimos?, ¿qué ocurre con ese niño que piensa que es pobre porque no tiene el último móvil que ha salido a la venta? ¿qué ocurre con la cantidad de dinero que países como Arabia Saudí ganan tras que países como el nuestro haga negocios con él?
Ocurre que la Tierra se muere, ocurre que aumentan los vertidos de materia orgánica y residuos a los mares, ocurre que los peces y otras tantas especies mueren ahogadas por nuestro gen "egoísta", aquel que se manifiesta en individualismo. Ocurre que esos niños crecen sin libros, sin educación, sin valores éticos, únicamente con valores de mercado. Resultando lo peor de todo la interiorización conceptual de la equivalencia entre persona y mercancía. También ocurre que mientras financiamos países como el mencionado abrimos el grifo que permite a estos fabricar armas de destrucción masiva que más tarde emplearan contra un mundo que se ha visto violado, este mismo del que estamos hablando. Contra un mundo al que le han robado las palabras robándole asi su poder de defensa frente a las elites.
Con todo esto lo que trato de decir es que hay que leer, hay que informarse, para que cuando quieran poner nuestra mano a su servicio, podamos decir que sí, pero que los derechos que toda persona debe tener por el mero hecho de ser persona no se los puede arrebatar nadie. Porque cuando ley y dignidad se ponen en juego, lo que hay que cambiar es la ley. Y para esto todos juntos tenemos que decir BASTA y esto no es una cuestión de ser de izquierdas, es una cuestión de sentido común, porque como dijo Antonio Gramsci, "las batallas de las ideas se solventan cuando construyamos entre todos un nuevo sentido común". Seamos de nuevo esa esa gente que peleó en la calle para que hoy, sus bisnietos y bisnietas puedan tener asegurados ciertos derechos.
Y después de hablar de explotación, mercancías, contaminación, fracking y destrucción del medio ambiente, patriarcado, lucha de clases y competencia, yo os invito a preguntaros lo siguiente y a poner en controversia el siguiente término ¿Qué es para vosotros el terrorismo?
Por Celia Miguel Lázaro