Previsibles consecuencias de una nueva convocatoria electoral (I)

En política ningún pronóstico puede darse por seguro, pero la posibilidad de que haya que repetir las elecciones generales gana posibilidades por momentos. Sobre todo después de que los de la CUP hayan decidido finalmente no apoyar la investidura de Artur Más, aplazando con ello la consiguiente huida hacia delante del independentismo catalán, factor que hubiera elevado al máximo la presión a favor de una "gran coalición" PP-C's-PSOE en cualquiera de sus modalidades.

De repetirse las elecciones, nadie sabe en qué medida pueden variar los resultados del 20-D, aunque en comunidades como Castilla y León el margen de cambio se le antoja a "El topillo" bastante reducido. Quizá el partido que más tiene que perder sea Ciudadanos, que, tras sus continuos arrumacos al PP, puede encontrarse con electores que prefieran el producto original al sucedáneo, con el consiguiente riesgo de perder alguno de los tres escaños conseguidos por Albert Rivera en esta comunidad.

Pero es pronto para esas especulaciones. Lo primero que habría que ver es qué cambios se producen en las listas, que pueden ser muchos o ninguno, según los casos. En el PSOE se pondría en marcha todo el proceso interno, comenzando por la elección en primarias del candidato/a a la presidenta del Gobierno, lo cual puede conllevar no pocas novedades en las listas. Recuérdese, por ejemplo, lo ocurrido en Palencia, donde el número uno al Congreso apoyado por las asambleas y los órganos provinciales del partido, Julio Villarrubia, fue fulminado por Ferraz, que colocó en su lugar a Luz Martínez Seijo, a quién Pedro Sánchez quiso agradecer los servicios prestados con ocasión de las primarias disputadas a Eduardo Madina.

En el PP, dado el método "digital" con el que se elaboraran las listas y una vez que Mariano Rajoy ha anunciado que repetiría en el cartel, lo normal es que se mantuvieran tal cual las candidaturas. Eso sí, con una obligada excepción: la de Pedro Gómez de la Serna, quien se caería automáticamente del puesto número dos que le ha valido para renovar su acta de diputado por Segovia. De poco le habría servido a Gómez de la Serna haberse aferrado al escaño casi de la misma forma que lo estaba el del gag de José Mota en el especial de Nochevieja? (Continuará)