Arrancados los carteles electorales de ‘Podemos’ en el centro de la ciudad

Mientras la pasada noche, la democracia triunfaba con un interesante debate que ponía en valor la pluralidad democrática, en Béjar parece que se vive en otros tiempos, por no decir anclados en un pasado de intolerancia, y la mañana del lunes, han aparecido arrancados los carteles de la formación política Podemos, que por otro lado sorprende, cuando ni siquiera ha conseguido representación municipal, por lo que es más difícil alcanzar a entender este banal ensañamiento vandálico.

En otro orden de cosas, como habíamos anunciado, un acto de campaña electoral de Podemos, ha tenido lugar ayer por la tarde en el Convento de San Francisco, con las intervenciones de José Carlos Iglesias y Rafael Fraile, candidatos al Congreso y al Senado, de esta formación.

El tema inicial del acto ha sido la adecuación de los núcleos rurales a las nuevas tecnologías, acercando la formación a la población de los pequeños municipios, a través de los ayuntamientos, empresas públicas y cooperativas y apostando por la igualdad de oportunidades en las zonas rurales.

El segundo tema ha sido defendido por José Carlos Iglesias, que ha hablado de la economía de las localidades pequeñas, arrinconada por las grandes cadenas de distribución, señalando la necesidad de poner en valor los recursos naturales y las pequeñas industrias especializadas, haciendo ver que muchas de ellas se han perdido por falta de apoyos y dejadez de los gobiernos, que han llevado al ostracismo al mundo rural, en favor de la masificación en las ciudades más grandes.

El invitado ha sido Ángel de Prado, miembro de la Asociación Salmantina de Agricultura de Montaña (ASAM), residente en San Esteban de la Sierra y gran conocedor del mundo rural, que ha visto como los pueblos se han ido quedando vacíos por el acoso, a los pequeños agricultores y empresarios, por parte de las grandes multinacionales, que han ido devaluando, el trabajo y el fruto producido por los habitantes de los pueblos, consiguiendo con ello el abandono de muchos municipios pequeños, en los que los jovenes se han marchado buscando un futuro mejor y han acabado en las grandes urbes con empleos precarios y de baja cualificación.

Ángel de Prado ha sido beligerante a la hora de apostar por el medio rural como productor de alimentos de calidad, libres de transgénicos y de contaminantes y que estas grandes multinacionales no pueden ofrecer, conminando a la lucha por la repoblación de las zonas rurales, contra el lobbismo que compra grandes extensiones de terreno en África, por medio de activos bancarios o grandes fortunas del Ibex 35.