#HAZTENAVIDAD

No hay duda, llega la Navidad. Lo anuncian las calles y los centros comerciales. Al Corte Inglés le han salido competidores que se adelantan para ver quien logra ser el primero en anunciar la llegada de la Navidad, tal es así, que han logrado alcanzar la fecha que en el Cristianismo es fundamental y primordial, el primer domingo de Adviento, La sociedad comercial y de consumo ha imitado nuevamente a la Iglesia y ha proclamado como dogma que hay que prepararse para la Navidad desde mucho antes del 22 de diciembre, fecha en la que se inauguraba oficialmente en España la Navidad con el canto de los niños de San Idelfonso y los premios de la Lotería de la Navidad. Ahora en Noviembre comienza un período que durará hasta el seis de enero.

Hemos cambiado, claro que hemos cambiado. Ahora esperamos las luces, que no la LUZ.

En este cambio de paradigma que muchos llaman de secularización de la sociedad, muy necesaria, dicho sea claramente, la sociedad no encuentra iconos y tiene que tirar de los cristianos. Negarse a que las aulas exista un crucifijo pero exigir que se monte un Belén en el Colegio es una anécdota real.

El ciclo de la vida se renueva y comienza un nuevo año. El invierno aletargará la vida y la hará dormir hasta la primavera. Durante meses toda la naturaleza se prepara para este momento. Las aves migran y algunos animales invernan, otros sencillamente mueren para renacer en la primavera a través del fruto de sus vientres delicadamente depositado por toda la tierra. La Creación se prepara para, segura de si misma, esperar una nueva vida. Pero el hombre, ese ser elevado a la categoría de señor de las cosas, que las señorea hasta eliminarlas y anularlas si fuera preciso, sigue afanado en su trabajo, como si nada, como si tal cosa, en un constante HACER-HACER y TENER X TENER enfebrecido y automatizado, reactivo y exclusivamente impulsivo e instintivo, donde la inteligencia aporta más para HACER y TENER y a la Sabiduría no se la espera.

Pero hay esperanza. Un puñado de mujeres y hombres, como siempre, un puñado, pues así nacen las grandes gestas de la historia, mantiene viva una llama. Saben, son conscientes de que la LUZ, la Sabiduría es un reto que se ha alcanza con trabajo y sacrificio, e incorporan a la fórmula HACER y TENER la de SER.

Este grupo humano despierto y avanzado busca la intuición como herramienta vital e intuye que hay algo más que lo que la mente nos cuenta, que existe un porqué y un para qué en la vida y encuentran en la búsqueda de la suprema Sabiduría y la Iluminación un camino, que han de preparar. Su cuerpo, su mente, sus emociones y sentimientos, todo su SER, se conjuran, para hacer RECTAS LA SENDAS, para PREPARAR EL CAMINO.

La LUZ eterna y pura y la SABIDURÍA, la VERDAD, tiene la facultad de encarnarse, pues de lo contrario, ni sería sabia, ni sería luz. Y esta encarnación solo puede darse en la tierra mediante la energía madre, otorgada por la Creación a la mujer, al sexo femenino. Y es ella, y solo ella, preparada desde los inicios, quien puede traer a la tierra la SABIDURÍA y la LUZ. Nace así al mundo, pero el mundo no la recibe, pues no cree en ella, ni en la madre, ni el fruto de su vientre.

Solo unos cuantos, un puñado de mujeres y hombres la reciben, la reconocen y la adoran. Entre ellos algunos, sabios, reyes y políticos, pero la inmensa mayoría gente sencilla y llana.

Quien quiera recibir la LUZ, la VERDAD, la SABIDURÍA en su casa, en su hogar, en su vida, ha de prepararse, ha de renunciar a lo que considera que es, para solo SER, ha de dejar lo que hace para sencillamente SER, ha de olvidar lo que tiene para sencillamente SER y entonces y sólo entonces la LUZ aparecerá en su camino, pequeña, diminuta, como un recién nacido, Y lo recibirá en su corazón, que es donde reside la intuición, pues intuye que forma parte de su vida, que es de su familia, que es como si fuera su propio hijo, en éste caso ya el hijo del hombre. Y así, mujer y hombre, hombre y mujer darán vida a la VIDA, en un pequeño rincón del mundo, apartado de todo lo demás, pero en ese momento el centro de todo el universo. Lo acogerá el animal que somos, rumiante en pensamientos y orgulloso y terco, pero ese día, ese día se postrarán y le darán con su presencia, con su atención plena, el calor necesario para sus primeras horas de vida.

Y solo la LUZ, sólo la SABIDURÍA y la VERDAD pueden ser hijos del Creador, de Dios.

El Hijo de Dios ha bajado a la tierra. Se ha encarnado.

Quien tenga Esperanza y Fe se prepare para recibir en sus corazones la VERDAD, la LUZ, SABIDURÍA, en fin, al AMOR.

Hacerse Navidad es abrir las puertas del corazón dejando la mente a un lado para que penetre toda la SABIDURÍA, toda la VERDAD y la LUZ ilumine nuestro camino y para eso es necesario abajarse a ser un niño, con mente de principiante, actitud de aprendiz y capacidad de sorprenderse. HAZTE NAVIDAD si quieres recibir en tu vida el misterio más insondable que ha vivido la tierra, la capacidad de la SABIDURÍA suprema, de Dios, de encarnarse en un hombre y venir a este mundo como hijo de una madre, por que todo lo puede, quien todo lo puede y sólo reconocerán que es así quienes tenga la capacidad de creer.

HAZTE NAVIDAD y verás. HAZTE NAVIDAD y oirás, HAZTE NAVIDAD y sentirás el poder de la SABIDURÍA, al fin y al cabo no es lo que buscamos.

HAZTE NAVIDAD.

Siempre Adelante.