Un nuevo ataque de cánidos deja en Encinasola de los Comendadores cinco ovejas muertas y dos más...

No han pasado cinco días del primero, y el mismo ganadero de Encinasola de los Comendadores, José Luis Rodríguez Ramos, ha vuelto a encontrarse la dramática imagen de ver una de sus parcelas regada de cadáveres de su rebaño. Ahora han sido cinco ovejas muertas y dos más heridas, una de ellas de gravedad y que "no sobrevivirá".

El ataque se producía en otra parcela, cercana a la que el domingo pasado se convertía en escenario de la muerte de siete animales más. "Las había cambiado de parcela y las había juntado con el resto, es verdad que la parcela está cerca de la primera, pero pensé que no se repetiría". Había juntado 119 ovejas, en su mayoría en plena producción y algunas a punto de parir. Ahora solo ha podido contar 112 mientras las lleva a encerrar a una nave.

La decisión anterior la adoptó después de que agentes de la Patrulla de Control del Lobo le aseguraran que el autor del primer ataque habían sido perros; ahora, después de este segundo, las dudas vuelven a asaltarle, pero más después de conocer otros ataques en localidades de la zona.

"Yo no puedo decir si son perros o lobos, los agentes coincidieron el otro día que eran perros", pero hoy no era día de caza como argumentaron entonces. Y es que los ataques que se han registrado en distintos lugares de la zona, así como el avistamiento de varios lobos, obligan a sospechar de que es esta especie la causante de los ataques, en ocasiones con señales que son muy difíciles de identificar, como sucedió en la zona de La Vídola hace nueve años, donde durante meses se estuvo defendiendo la idea de que eran perros hasta que se abatió el lobo causante de decenas de muertes en los rebaños.

Entre los dos ataques, José Luis Rodríguez Ramos ha perdido ya 13 ovejas y sin seguro contra ataques de cánidos, por lo que si no se certifica al lobo como autor de estas muertes, no recibirá compensación económica alguna.