ABENGOA, adiós

Abengoa debe caer. Estupor ha causado el presidente de la patronal, Rosell con sus declaraciones públicas sobre el rescate y escándalo las afirmaciones de Susana Díaz, presidenta de la Junta de Andalucía, sobre la actuación de banca y administraciones públicas. Es bastante probable que en la próxima reunión de la CEOE su presidente se abra paso entre sus socios entre algún que otro rumor o corrillo poco satisfecho con sus declaraciones, teniendo en cuenta que muchas empresas en este país no han sido rescatadas y, bien han desaparecido, bien han tenido que pasar por un duro proceso concursal, aunque recientemente hayan salido. Por alusiones, la presidenta Díaz no puede ya ocultar más sus intereses económicos. Hay que ver cómo sale inmediatamente al paso de Abengoa y no se la oye ante la dura situación de pescadores y agricultores de Andalucía.

Si por algo se ha caracterizado el Gobierno en mayoría absoluta de Mariano Rajoy ha sido por apoyar las grandes fortunas. Bien para fortalecerlas, bien para rescatarlas. En el caso de las primeras están ACS y Florentino, Iberdrola, Gas Natural y Repsol; y, en el segundo, están Talgo-Familia Oriol, El Corte Inglés-Familia Álvarez y por último, en este caso, la familia Benjumea.

En el tiempo de descuento, la filosofía de tapar agujeros de Rajoy, se viene desmoronando. En este tirar para adelante del gallego, en barco está tan lleno de agujeros que ya no sabe cuál tapar. Hace unos días fue inyectar casi 3.000 millones de euros en la compra de trenes a un más que previsible Talgo, a principio de legislatura regalar 30.000 millones de euros a ACS y Gas Natural en el proyecto Castor? Vaya, que apunten ustedes hacia qué destino empresarial indica el futuro del actual Presidente del Gobierno y, al menos, 3 de sus ministros más políticos. No olvidemos tampoco que la Junta de Andalucía, con Susana Díaz, Chaves y Griñán a la cabeza, apuntalan el apoyo político de la empresa ahora en preconcurso de acreedores. Han comprado su futuro personal y el de sus familias con el dinero público y en pleno esfuerzo económico de toda la sociedad, pero muy especialmente de pequeños y medianos empresarios que han estado y estamos soportando una carga fiscal brutal.

La sociedad española, muy dada a tirarse piedras sobre su propio tejado, no dejaría pasar cualquier oportunidad para comprar una gravera con un buen acopio de grandes guijarros, pero una sociedad fuerte, debe protegerse. Debemos estar todos para brindarnos apoyo y ayudarnos en los momentos difíciles, pero en este caso no se trata sólo de un altruista afán por sostener nuestra sociedad. Se trata de tener toda la información para aprobar como sociedad el apoyo o no al rescate en estas o similares situaciones. En este caso, debemos agradecer a parte de la prensa española que ha venido informando de un más que probable alzamiento de bienes, ocultación de patrimonio, administración desleal, de la familia Benjumea (propietaria de Abengoa). Se cifra en hasta 20.000 millones de euros el pasivo de la familia.

Podemos afirmar que, la parte más débil de todo este proceso, los empleados deben ser nuestra prioridad absoluta. Sus empleados están protegidos por la administración pública, les protege el FOGASA y la Seguridad Social en coberturas por desempleo. Por lo tanto, no deben tener ningún miedo, como ninguno de los actuales ciudadanos pertenecientes al grupo de empleados, empleables o autónomos, vaya los que estamos en edad de trabajar.

Reciclaje profesional, actividad profesional por cuenta propia o carrera profesional internacional. Las salidas son múltiples y ninguna dramática, simplemente, creativa o imaginativa. Tienen una alta cualificación. Lo hemos hecho todos, así que comprensión y fuerza.

Cubiertos los empleados, cubramos al resto de la sociedad y de los contribuyentes: la justicia está para determinar el proceso concursal y si debe echar la trapa, como muchas otras empresas, adiós Abengoa. Como proyecto empresarial lo mismo no fue el acertado o no se gestionó bien, como tantos otros en este país que no se ha preocupado ni planeado ninguna administración, rescatar. Incluso como en algunos sonados casos recientes, podría hasta considerarse que se ha gestionado mal con el fin de saquear la empresa para luego dejarla escuálida en manos de la administración para que sea rescatada. Esto a todas luces es otro delito.

El Gobierno debería tener la decisión bien clara, pero, si la rescata, será otra puntilla a su saco de votos cada vez más sangrante. El PSOE, con las declaraciones de Susana Díaz no va a sumar, probablemente a restar, más votos a su electorado cada vez menos identificado con el Obrero de su acrónimo y debería, acertadamente, sustituir la "E" de Elitista al mismo. La postura de los principales partidos pueden estar empujando al electorado inteligente a buscar salidas desesperadas, y que no busquen más fantasmas fuera?