Qué le voy a hacer si yo morí en el Mediterráneo

El día 12 de este mes de noviembre tuvo lugar el tercer foro Solidaridad de La Gaceta.

Creo firmemente que romper con la rutina diaria oxigena cuerpo y alma; un buen libro, una obra de teatro, música, un paseo por el campo en silencio dibujando líneas sobre la tierra con una rama..

Entre el público, un poco más de lo mismo, fieles a las causas solidarias, escaso rastro de viento fresco, (adolescentes con granos), y un nutrido grupo de universitarios adoctrinados, nos estamos convirtiendo en sociedad endogámica, tenemos dificultad para trasmitir el valor de la solidaridad a quienes aún no descubrieron este estilo de vida.

Los testimonios de José Palazón, Soledad Suárez y José Luis Pinilla, fueron abrumadores, trabajan con personas inmigrantes, en cooperación para el desarrollo, analizan la cruda realidad con datos e historias.

Pini estuvo iluminado, oteaba el horizonte con un profundo gesto de paz, entre los asistentes amigos, antiguos compañeros del Colegio San Estanislao de Kostka, allí le conocí, mi cura. Con Cáritas y con el grupo de acción parroquial, compaginando entrenamientos con el Ribert, visitábamos a familias del barrio empobrecidas, controlábamos el buen uso de los recursos que se le ofrecían.

Hasta Lourdes y la procesión de las velas, sembraste en nosotros Padre Pinilla.

En tu alocución nos llegaste a todos, tienes una capacidad de comunicación extraordinaria, tus iconos, tu mar mediterráneo con cuerpos a la deriva, tu maleta del aeropuerto con una mirada dentro, el pequeño sin vida en la playa, no contaste nada nuevo, todos lo sabemos, todos lo ignoramos.

Me faltan soluciones, me falta tu voz en mi conciencia cada día, en estos días plagados de miseria, en estos tiempos sin amor, en esta sequía de manos abiertas y coronas de espinas (alambradas humanas), en estos días en los que todos nos iremos con lo puesto.

Pini habla alto siempre, aunque tu voz chirríe en los oídos de quienes pudiendo, no hacen nada, incluso en los míos.