Que no nos cieguen el cerebro

Una carrera, un máster, otro máster y cuatro cursillos de prácticas de no se qué, especializadas en no se cuál. Y al final la misma pregunta: ¿Estudias o...trabajas? No, trabajar no, que eso ya lo hacen los que no estudian, ah no, perdón, que sin estudios no hay trabajo. ¿Pero qué clase de clichés estamos creando? En el instituto ya no se preguntan qué quieren ser de mayores ni qué profesión les gustaría desempeñar, se preguntan qué tiene salidas y si va a haber trabajo o no de esto o aquello. No se sabe ni ahora como para saberlo en un futuro... Es tan triste que las posibilidades de cada persona se reduzcan a unas hipotéticas salidas. Es tan triste ver como mentes de 16 a 18 años se ponen orejas de burro para ver únicamente la hoja de cálculo de su media aritmética y ponderar así sus propias metas. Tan triste como que eso sea lo más importante, y sobre todo, lo más urgente. En menos de dos años y a matacaballo se cierran la mitad de las puertas, unas porque no van a dar trabajo y otras porque no les va a dar la nota ni para girar la manecilla. Y es así, un futuro sujeto a esas estadísticas y esas escalas de inteligencia artificial, de memoria prémium y de competitividad, no competencias. También hay quienes pueden forzar un poco las manecillas, hay quienes tienen suerte, y entre ellos, hay quienes hacen de su suerte un extra de comodidad y de bartolismo. Por qué no, si se puede se puede. Todo tiene un precio y aprender no se excluye de la lista.

Aprender no tiene el mismo significado para todos y he ahí el problema. El problema de que no estudiar sea un problema. Y en efecto lo es, hasta el punto de la desigualdad que genera en la vida profesional de cada individuo de este país. Porque es cierto que el abanico de posibilidades que se abre después de tener el título de la ESO y posteriormente Bachillerato es enorme, y sin embargo, ya desde los últimos años vienen marcándonos mapas conceptuales de los diferentes caminos que casualmente vienen a ser lo mismo. ¿Y por qué no un mapa conceptual del mercado de trabajo? ¿Por qué no, aparte del camino de la formación más o menos realista, nos dibujan un croquis de lo que hay detrás? Podrían explicarnos un poco de qué va el mundo después de lo que llaman estudiar. Podrían decirnos 'Que saques las mejores notas en tu carrera no te va a asegurar un puesto de trabajo. Y sí, buscar trabajo es cosa tuya y no de tus padres' Muchos sabrán que esto es así, pero otros muchos están todavía calculando lo que les va a costar estudiar eso que tantas salidas tiene y que tanto promete, porque con esa nota de corte como para no creérselo... Queridos amigos, estamos equivocados. La juventud está equivocada. No nos toman en serio porque nosotros no tenemos ni idea de lo que se cuece, y mientras tanto, acudimos a la facultad en esa especie de nube de responsabilidad adulta. Todos estamos en el mismo tarro, nos meten en el mismo tarro. Y para salir del tarro hace falta algo más que una carrera y un máster, hace falta hacerse valer, hacerse ver y no permitir que pisoteen nuestros valores ni nuestra integridad. Porque desgraciadamente, no a todos se nos educa en ello, se nos enseñan teorías durante años, 'teorías de la vida', pero nadie nos dice qué es vivir ni cómo se practica. Ni tan siquiera se nos muestra un pequeño simulacro de la realidad.

Me duele ver como se desprestigian ciertas carreras, ciertas ocupaciones o ciertas actividades que no conllevan necesariamente aquello a lo que llamamos estudios. Y digo aquello, porque aquello ya no es lo que era, aquello y esto ya no es lo mismo. Es vergonzoso que en este país se achaquen los problemas a la falta de educación, refiriéndose con este término a las enseñanzas superiores. Es vergonzosa la hipocresía de aquellos que no hacen más que promover y alargar años de estudios para una mejor y completa formación para luego tener a los más cualificados trabajando en el súper o buscándose la vida como buenamente pueden. Porque nunca es suficiente, porque quien no paga no come, ni estudia, ni trabaja. El futuro no es de los artistas, los artistas terminan en la calle. De eso se han encargado unos cuantos hasta retorcernos las tuercas para que nos convenzamos de ello. El futuro es de la ciencia y la investigación, de los contables y los bancos y de los que estudian matemáticas porque ellos sí son necesarios. Ellos son justo lo que quieren, los listos sin rechistar hacen dinero como máquinas, y el dinero mueve el mundo. Si no eres de ellos mejor vete a otro país, o quédate y aguanta lo que te caiga. Espero que las nuevas generaciones se den cuenta de esto, se desengañen y así no permitan que nos coman. Que no nos coman la motivación, la ilusión, la vocación de hacer lo que verdaderamente nos gusta y para lo que valemos. Que no nos cieguen el cerebro, porque con los ojos ya vemos todos.

'Porque mientras puedan utilizarán la fuerza ¿Para qué el diálogo? Sin embargo, las palabras siempre conservarán su poder, las palabras hacen posible que algo tome significado y, si se escuchan, enuncian la verdad. Y la verdad es, que en este país, algo va muy mal, ¿no? Crueldad e injusticia, intolerancia y opresión. Antes tenías libertad para objetar, para pensar y decir lo que pensabas. Ahora, tienes censores y sistemas de vigilancia que os coartan para que os conforméis y os convirtáis en sumisos' V de Vendetta (película)