No cuela que Montoro pase otra vez por ser el único malo de la película

Que el gobierno que preside Juan Vicente Herrera tenga un nuevo encontronazo -el enésimo-con el ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, del que es titular Cristóbal Montoro, no sería ya noticia si no fuera porque esta vez los damnificados son más de 20.000 aspirantes a un empleo fijo en la Junta de Castilla y León. Concretamente los que optaban a las 554 plazas de personal de enfermeria convocadas por el Sacyl y cuyas pruebas se iban a celebrar el próximo día 22 en Valladolid y León.

Tan solo diez días antes, esos 20.000 opositores que llevaban meses preparando las pruebas recibieron ayer un auténtico mazazo: la decisión dela Sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJ de suspender cautelarmente la Orden de la Consejería de Sanidad que convocó dichas oposiciones. Una suspensión cautelar dictada atendiendo el recurso presentado por el ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, que impugnó dicha orden alegando que la convocatoria vulnera lo establecido por el Estatuto Básico del Empleado Público sobre una oferta de empleo de esta naturaleza.

Ante tamaño desaguisado, al consejero de Sanidad, Antonio Sáez, no se le notó especialmente compungido. "En esta vida el que no se arriesga no avanza", dijo, admitiendo implícitamente el riesgo que conllevaba la convocatoria, al tiempo que calificó de "poco inteligente" la decisión del ministerio de recurrir la orden de la consejería. Sáez asegura también que los sindicatos estaban informados de la impugnación, algo desmentido expresamente el sindicato de Enfermería SATSE, que asegura que desconocía la existencia del recurso que ha paralizado la oposición. Todos los sindicatos han puesto el grito en el cielo, aunque solo UGT exige la dimisión de los responsables del Sacyl responsables del desastre.

Tanto el PSOE como Podemos responsabilizan por igual del fiasco a ambas administraciones, la autonómica y la central. No cuela que Montoro pase por ser el único malo de la película. Pero si el consejero de Sanidad no parece darse por aludido, menos aún la vicepresidenta y Portavoz de la Junta, Rosa Valdeón, que ha llegado a afirmar que "todos nos sentimos opositores defraudados". ¿Y quien compensa a los 20.000 aspirantes de los perjuicios morales y económicos ocasionados por la suspensión cautelar de la oposición? El maestro armero dice que ya no da abasto.