Democracia neurótica

Decía Karen Horney, una sagaz psicoanalista, que los neuróticos a causa de su propio sufrimiento suelen comprender mejor que las personas de mejor salud las complejidades psicológicas pero que por desgracia eso no les ayuda a curarse pues les es más fácil reconocer los síntomas neuróticos en los otros que en sí mismos. Supongo que durante muchos años algo parecido podía predicarse de los nacionalistas, del lado que fueran, que se atacaban mutuamente tildando al otro de lo que en ellos mismos no veían, veíamos. Así, o eras nacionalista "periférico" o eras nacionalista español, no había término medio, no te permitían ser no-nacionalista. Sin embargo cada vez más se van atisbando terceras vías y eso hemos de agradecérselo al recrudecimiento de la pulsión independentista de por sí bastante poco adaptativa. Muchos hemos tenido que revisar prejuicios, leer más de historia, lingüística y sociología, participar en debates con argumentos que hemos tenido que construir con rigor, alejándonos del exabrupto emocional. Y hemos crecido como personas, creo. Más o menos.

Por eso me he divertido como pocas veces estos últimos días siguiendo los debates en el Parlament y sus correspondientes deconstrucciones periodísticas en TV3, medio que de momento parece inasequible al desaliento. Menudo enfado llevan los del Sí con los de las CUP y venga a decirles que son muy pocos, que eso no puede ser, que no es democrático no apoyar a su candidato. De pronto han descubierto el asunto ese de los votos y los escaños. Espero que mis alumnos no vean mucho la tele porque en número nos ganan de calle a los profesores y si deciden, no sé, pones más horas de recreo, o que se pueda aprobar con un cero patatero, o lo que sea, pues a ver quien les convence de que eso no es democrático.

Ironías aparte, estos meses y los que vienen han sido, y prometen seguir siendo, emocionantes. Crisis y circo. Pero la cosa tiene su miga y el debate se torna cada vez más (a más a más, dicen mucho por allí traduciendo literalmente del catalán, ya es casualidad) apasionante ya que se trata de dos parlamentos electos que emiten leyes. Y tampoco puede decirse que uno de ellos se haya alzado tumultuariamente, así que de sedición, nanay. Pondré un ejemplo:

En la tele entrevistan a un representante sindical de los Mossos d'escuadra (también se ha progresado mucho en la incorporación de léxico de otras lenguas) que afirma, creyendo dejar el tema totalmente zanjado, que ellos se van a guiar por lo que dicta su Ley 10/94 y en concreto por su artículo 11 que explicita dentro de los Principios de actuación:

Primero: Los miembros del Cuerpo de «Mossos d'Esquadra» cumplirán y harán cumplir en todo momento la Constitución, el Estatuto de autonomía y la legislación vigente.

Parece claro enunciado de esa manera (lo he cogido del BOE, así en castellano) pero podría encerrar una trampa amagada (en catalán escondida) pues lo apasionante de este desafío es que se salta la ley a la torera y le bastaría emitir una nueva "legislación vigente" para que los Mossos tuvieran que comportarse como el Parlament quisiera.

En resumen, todo es condenadamente endemoniado. Cada vez me felicito más de que me haya tocado vivir estos tiempos interesantes, digan lo que digan los chinos. No se aburre uno. Y eso que en contra de lo que se dice, no veo un choque de trenes sino dos trenes que se van a cruzar por vías paralelas.

(Perdóneseme proseguir con este manido tema pero es que me parece que me leen otros periodistas y eso me llena de orgullo: hoy citaban en un importante diario del país la idea del conjunto vacío que ya utilicé en esta páginas web varias semanas atrás. Que vayan aprendiendo).