Jóvenes cofrades salmantinos participan en el Encuentro Nacional de Sevilla

Del 6 al 8 de noviembre, diecisiete salmantinos han participado en el III Encuentro Nacional de Jóvenes Cofrades celebrado en Sevilla. Bajo el lema evangélico "Levantaos, vamos", la cita sevillana ha logrado consolidar esta iniciativa que había tenido en Tarrasa y Cartagena sus primeras convocatorias.

Casi un millar de jóvenes cofrades procedentes de toda España han compartido inquietudes, sueños y alegrías en la ciudad andaluza. Muchas hermandades y juntas locales de cofradías han promovido la presencia de los jóvenes en el encuentro, pero en Salamanca esta participación la ha canalizado la propia Diócesis, a través de la Delegación de Pastoral Juvenil y la Coordinadora de Cofradías y Hermandades.

Jóvenes de las hermandades de Jesús Flagelado, Jesús Amigo de los Niños, Jesús Despojado, el Rosario o la Vera Cruz han podido disfrutar de un caluroso e intenso fin de semana en Sevilla en el que ha habido tiempo para la formación a través de ponencias y mesas redondas de gran interés, la celebración de la Eucaristía, una cena de confraternidad, un concierto de marchas procesionales y varias exposiciones. Incluso pudieron contemplar alguna de las procesiones celebradas en Sevilla estos días. Uno de los momentos ideales para la convivencia fue la visita a las capillas y casas de hermandad en la tarde del sábado 7 de noviembre, cuando los jóvenes cofrades sevillanos abrieron sus puertas a cientos de jóvenes del resto de España.

En las conclusiones del Encuentro se reivindicó la relevancia de las cofradías en la pastoral juvenil, se subrayó la importancia de desarrollar una formación adecuada y atractiva en el seno de las cofradías y se valoró el papel de las redes sociales en el ámbito de la comunicación e interrelación cofrade. Palencia ha sido elegida sede del IV Encuentro, previsto para el otoño de 2016. La ciudad castellana, representada en Sevilla por más de cincuenta jóvenes, se impuso a las candidaturas de Córdoba, Granada y Alicante. Los jóvenes cofrades salmantinos regresan agradecidos por la experiencia, con la mirada más abierta y el corazón ensanchado.

Tomás González Blázquez