Comisiones de Investigación

La proliferación de políticos implicados en casos de corrupción ha provocado la constitución de varias comisiones de investigación en todos los ámbitos, locales, autonómicos y central. Estas comisiones se crearon como mecanismo de control político, y aunque sus investigaciones y conclusiones no son vinculantes ni intervienen en las resoluciones judiciales, considero que son necesarias, sobre todo, para hacerlas públicas y evaluar responsabilidades políticas. Pero si algo no entiendo, en todo este tema, es que tengan que ser secretas. Si queremos transparencia y acabar con la opacidad, todas las comisiones deberían tener carácter abierto y público, pues los ciudadanos tienen derecho a saber, con todo detalle, como ejercen nuestros políticos el poder y en que invierten los recursos públicos.

En Castilla y León, por primera vez en 28 años, se van a crear Comisiones de Investigación, (gracias a que el partido popular no ha alcanzado la mayoría absoluta en las últimas elecciones) para conocer y aclarar algunos de los asuntos turbios que durante mucho tiempo han estado escondidos, como la Trama Eólica, con más de 100 millones en supuestas comisiones ilegales y la privatización del Hospital Universitario de Burgos.

En el ámbito provincial y municipal también hay escándalos que han salpicado sus instituciones, pero de nuevo, las mayorías absolutas no han permitido la constitución de comisiones de investigación. Solo al Ayuntamiento de Salamanca, al perder su mayoría, no le ha quedado más remedio que permitir la constitución de una comisión para investigar el trabajo que desarrollan el "grupo siete" de la policía municipal. Esta comisión, que lleva abierta un mes, está prácticamente paralizada, hace más de tres semanas que no se reúnen y se va agotando el plazo de cuatro meses para emitir sus conclusiones. Si de verdad se quiere transparencia sería conveniente constituir una comisión para investigar los contratos y adjudicaciones que se han otorgado, por parte del Ayuntamiento y Diputación de Salamanca a ciertas empresas privadas y que tantas sospechas han levantado..

Las comisiones que hasta ahora se han constituido, en todos los ámbitos, no han servido de gran utilidad, pues su eficacia se ha puesto en entredicho. Se han convertido en un gran circo mediático, con grandes intervenciones teatrales, que han contribuido a crear más confusión. Algunas de ellas, como la del Parlamento catalán por el caso Pujol, resolvió que no se había podido aclarar el origen del dinero en el extranjero de Pujol, otras como la de Bankia, los ERES, o el Ayuntamiento de Madrid, han ido en la misma línea. Las comisiones de investigación están condenadas al fracaso mientras la representación mayoritaria la siga ejerciendo el partido del gobierno de turno, que normalmente es el investigado, convirtiéndose en juez y parte. Se vician los procesos, obstruyen comparecencias y ocultan información, para que la final los investigados, sigan ejerciendo la política y el poder sin ninguna responsabilidad política. Pero lo peor de todo es que algunos partidos políticos están más preocupados de crear confusión y seguir con sus guerras partidistas que de aclarar la verdad de los hechos.