Mónada vs monada

Vivimos tiempos en los que están de moda las monadas, pero a mí, que intento ser moderno, me importa más la mónada, o sea, lo que bulle en mi interior. Mónada ?palabreja muy empleada por el filósofo Leibniz- viene de 'monos', que significa 'uno' y resulta que dentro de uno resuena todo lo que hay fuera, no sólo de ahora, procedente de la catarata de información que nos inunda, sino también de nuestros recuerdos, conscientes o inconscientes, que obligado te veas a sacarlos; y salen, vaya que salen; y no solo de nuestros recuerdos, sino también de los de nuestras células y nuestro ADN, que llevan concentrados en si muchos de los pasos de la vida en el universo mundo y en nuestro planeta y de la prehistoria y la historia de nuestra especie; pero es tanta la información contenida dentro de nosotros, que no damos abasto a procesarla.

Conviene, pues, entrenarse a interpretar, con visión de totalidad, los pequeños retazos de conciencia que asoman a nuestra mente, vengan de dentro o de fuera. Pues, señor, dos son las chispas de conciencia que me asaltan a la hora de escribir estas líneas: por una parte, la constatación de que todos los partidos políticos quieren cargarse la clase de Religión, dejar a la conciencia religiosa para el interior, a ser posible inconsciente, de la propia mónada, o todo lo más de las sacristías vivas o de los museos muertos, sin que pinte nada en la vida pública y menos aún en la vida política. Y, si en uso de la libertad, uno quiere ir a catequesis o a un curso bíblico, o ayudar a los pobres o a los refugiados, que lo haga en el seno de su Iglesia, o mezquita o lo que sea, sin molestar al prójimo, como si los pobres, la cultura cristiana, musulmana, budista, taoísta ?el todopoderoso Partido Comunista chino intenta darle nueva vida-, el arte y las propias Iglesias o Comunidades religiosas, en tanto que comunidades vivas de creyentes, fuesen entes abstractos, meramente pensables, sin ninguna objetividad ni existencia fuera de los estándares de lo políticamente correcto; pero yendo a mi chispita de conciencia: el PP ha reducido las horas de Religión en la Escuela y todos los demás partidos, excepto alguno muy minoritario, apuestan por sacarla de la Escuela pública y privada. Este dato externo choca con mi experiencia interna en la que la Religión juega un papel importante en el conjunto de mi vida privada y pública. Y yo no soy una monada, como la mayoría de los actuales líderes y lideresas de los partidos -mi edad me lo impide-, pero sí una mónada ciudadana con capacidad de pensamiento, de expresión ?de momento-? y de voto.

La otra chispa que encendió esta mañana mi conciencia es que, habiendo quedado con una persona a la puerta de una de los templos que mi Iglesia me ha encomendado, llegué antes de tiempo y tuve ocasión de fijarme en unas grietas o huecos que hay en el muro perimetral externo; observé la presencia de un papel bien incrustado en uno de ellos y tuve la curiosidad de extraerlo con cuidado y leerlo: era un Curriculum Vitae de un albañil con treinta años de experiencia en diferentes empresas del ramo y más de cincuenta de edad en la actualidad. Supongo que habrá presentado el curriculum a varias empresas de construcción, pero ¿por qué lo depositó también en una grieta del muro del templo? ¿no será que nuestros políticos intentan separar radicalmente la religión de la vida pública mientras que la vida pública, la del público, al menos la de ese obrero, se empeña en ponerse en manos de la Religión? ¿No será que muchos políticos intentan construir una realidad artificial, mientras que la realidad va por otro lado? Malos tiempos para el divorcio. Suele salir caro.