Parece que la burra vuelve al trigo.

Tocaba ya volver a las viejas aspiraciones de convertir al Estado en laico, porque aconfesional, como lo reconoce la Constitución, se les queda corto a los resentidos contra una Institución, como es la Iglesia, en la que nunca han sabido descubrir valores, más allá de algunos hechos lamentables que la propia Iglesia reconoce y trata de ponerles remedio.

El Partido Socialista vuelve a tener al frente de sus destinos a un personaje que va a repetir, e incluso aumentar, los desatinos de su predecesor, Sr. Zapatero. El Sr. Sánchez, D. Pedro, nos está obsequiando a diario con proclamas propias de Alicia en el país de las maravillas. ¡Qué poca memoria demuestra tener y mucha menos la que atribuye a sus posibles oyentes! Hemos tenido tiempo en los años de democracia ? o lo que sea esto ?de descubrir lo que dan de sí, que para eso han sido lo que más años han gobernado. No sería diferente con este nuevo paladín de la decencia, la igualdad, la justicia social? y todas esas bondades que nuca terminaron demostrando.

Volver sobre las relaciones Iglesia/Estado, es hacer que la burra vuelva al trigo y no reconocer, de una vez, cuál es la realidad religiosa en España. ¿Por qué les será tan difícil aceptar esta realidad, si no es por el anticlericalismo latente que subyace en sus mentes? El pueblo se manifiesta, casi a diario, por todos los rincones de España, participando en celebraciones religiosas de toda índole y advocación. Y lo hace libremente, con más o menos fe, con más o menos compromiso, pero lo hace y no querer verlo demuestra mala voluntad para aceptarlo y respetarlo. ¿ Por qué poner trabas a la enseñanza de la Religión a quienes libremente eligen estudiarla y reconocer el valor de su estudio y conocimiento? ¿Dónde está lo malo? Podía este señor preocuparse que los niños catalanes conocieran y hablaran el español, lengua oficial del Estado y de obligado conocimiento para todos. Pero no, hay que hurgar donde más daño se haga, porque esto de la religión es una cosa heredada del franquismo que tanto daño le hizo al Sr. Sánchez, a pesar de sus tres años de edad, a la muerte del dictador. Ahora el dictador quiere ser él, o eso parece, para imponernos lo que tenemos que creer, que estudiar y que practicar.

Pues si este buen señor quiere aprender política social, compromiso, lucha contra la injusticia y la desigualdad, léase la vida de San Juan Bosco, sacerdote; la vida de la Madre Teresa de Calcuta ( casi nada ) o entérese bien de lo que hacen y a qué dedican su vida los Religiosos de la Orden Hospitalaria de San Juan Dios, reciente premio Princesa de Asturias a la Concordia y que si no miró para otro lado o se salió del teatro, vería recogerlo de manos del Rey. ¿ Es a todo este "gremio" al que hay que ignorar y arrinconar por innecesario, por superfluo, porque sus enseñanzas no sirven?

Le pregunto, Sr Sánchez: ¿ha oído Vd algún clamor popular por alguna parte pidiendo que se corte toda relación y ayuda a la Iglesia católica o a otras confesiones? ¿ Se ha planteado la sociedad de manera abrumadora este tema, solicitando una respuesta, como para que anden Vds cada cuatrienio tocando los perendengues al personal? Tiene Vd., como Secretario General del PSOE, cosas más importantes que abordar, sin salir de su casa, hasta que la deje limpia y transparente. Si lo hiciera, sus proclamas serían más creíbles, sacaría más provecho para su partido y para España. Porque visto lo visto, el socialismo que interpreta bien las necesidades del pueblo y busca soluciones, dando ejemplo y no quedándose en palabrería bonita, sigue siendo necesario. No pierda el tiempo en divagaciones. Interprete lo que pide y necesita el pueblo realmente. Y respete lo que está arraigado en su cultura, aunque a Vd no le guste o no crea en ello.