Mística, Filosofía y Pedro Sánchez

La semana pasada he asistido a una muestra de atrevimiento: la Sociedad Castellano-leonesa de Filosofía ha organizado su encuentro anual en torno al tema "Filosofía y Mística". Por las ponencias han desfilado el Maestro Eckhart ?de la mano, pluma y pensamiento profundo de Mariano Álvarez-, Nicolás de Cusa ?en el estudio y la reflexión siempre consistente de la Dra. Mª Carmen Paredes-, El Pseudodionisio, la mística judía, antigua y actual ?buena conferencia de Javier Herrero, decano de Filosofía de la Pontificia sobre Emmanuel Levinas, San Juan de la Cruz, Santa Teresa de Jesús, Teresa de Lisieux ?se puede ser místico con menos de 24 años-, Edith Stein ?Santa Teresa Benedicta de la Cruz, doctora en Filosofía, discípula de Edmund Husserl, una mente privilegiada, luego de su conversión desde el judaísmo laico al catolicismo, con su posterior ingreso en el Carmelo ?buen libro sobre ella el de mi amigo el sacerdote sevillano Carlos Ros- y su martirio en un campo de concentración nazi. Me ha llamado la atención la extremada juventud de muchos de los ponentes, lástima que no pudiera disfrutar de las aportaciones de mis ex compañeros del curso de doctorado Miriam Ramos, Iago Ramos o Francisco T. Baciero, entre otros. Los participantes en la Semana han sido muy atrevidos, digo: han pronunciado la palabra Dios en la Universidad, sin importarles que les llamen anticuados, pasados de moda, seres de otro mundo. Con toda normalidad, en el Aula Magna de la Facultad de Derecho de la Universidad de Salamanca, han cometido la herejía políticamente incorrecta de hablar de Dios.

Puede que haya sido un canto de cisne, a juzgar por las declaraciones de D. Pedro Sánchez, líder del PSOE y candidato a la presidencia del Gobierno en las próximas Elecciones Generales, que ha desempolvado las apolilladas propuestas de denunciar los acuerdos del Reino de España con la Santa Sede y de sacar la asignatura de Religión de la escuela, no solo de iniciativa pública, sino también concertada e incluso puramente privada. Podemos ver con claridad que D. Pedro Sánchez tiene unos aliados que le están pinchando a mostrarse radical, con los que no podemos estar de acuerdo. No podemos estar de acuerdo ?ahora escribo en plural mayestático para que la indirecta sea directísima- porque nuestra experiencia nos dice que todos los aspectos de la vida, incluida la religión y las creencias que mueven al sentimiento y a la razón práctica, dando forma al pensamiento moral de muchos millones de españoles y de europeos, no podemos estar de acuerdo en que salgan fuera del aula ni del curriculum de estudios en ninguna edad formativa. Desconocer las raíces, pasadas y actuales, de los ciudadanos es muestra de miopía y sectarismo políticos. Nuestro convulso siglo XIX trasjo consigo la expulsión de la Teología de las aulas universitarias, pero ahora vivimos en una sociedad moderna. Y en una sociedad moderna, abierta, avanzada y plural como es la nuestra, no se debe censurar ninguna de las fuentes de la cultura y de la configuración de la subjetividad ? o sea, del alma espiritual y de la conciencia política de una minoría dudosamente minoritaria por su amplitud e importancia incluso como fuerza electoral-.